viernes, 21 de noviembre de 2008

Alberto Punset El Escorial o Yo también quiero ganar el Oscar por morrearme con Scarlett Johansson

Cuando salí de ver Vicky Cristina Barcelona me puse a pensar qué sería de la cinta si Woody Allen, en vez de ambientar la historia en la localidad catalana, hubiese optado por la capital de España. En lugar de esa horrible y machacona canción (por mucho que le guste a Juan Ramón Lucas) que se repite a lo largo del metraje, el tema central sería El Escorial, de Los Punsetes. Si casi te han escrito el guión, amigo Woody:

Querido Alberto:

Ese verano en El Escorial, gracias a ti lo pasé fatal. Si me lo cuidas, me voy de viaje. Tienes para ti, de sobra para los demás. Eres de los que miras en los accidentes. Sé que las chicas por la noche estáis asustadas, pero ¿tengo yo pinta de tarao? Lo natural es desconfiar. No los conozco y los odio. Siento que me arrepiento de lo que te he dicho esta mañana. Quiero morir en el preciso instante en que lo diga una chica.



No voy a participar en la polémica. No me interesa dilucidar si esta es la peor de Woody Allen o la segunda peor. Eso sí, nunca pensé que Penélope Cruz sería lo mejor del reparto. Aunque para que la premien tampoco es. Eso sí, mi fe en los Globos de Oro ha terminado de esfumarse: si han nominado a Javier Bardem es que ni siquiera han visto la película.

martes, 11 de noviembre de 2008

La inmortalidad es un McGuffin

Un señor muy inteligente me dijo hace poco que era preferible no regalar libros tochos (¿usó la palabra tochos?), que los tochos había que elegir leerlos y no que te los impusieran. De vez en cuando me da por leer algún tocho, aunque este año me he dejado un buen montón a medias. Otro señor, muy inteligente también, asegura que, llegada una edad, hay que elegir entre parecer progre o dejar los libros a medias. A mí en realidad me da igual parecer progre, así que, finalmente, conseguí terminar 'Bomarzo'.

Un McGuffin, según la nunca bien ponderada Wikipedia, es una expresión acuñada por Alfred Hitchcock que designa a una excusa argumental que motiva a los personajes y al desarrollo de una historia, y que en realidad carece de relevancia por sí misma.

Pues eso, que 'Bomarzo' comienza con un señuelo. El protagonista, Pier Francesco Orsini, es un noble italiano del siglo XVI que vive hasta nuestros días. Y tú te preguntas, ¿cuál es la misteriosa fórmula que lo convierte en eterno? Cuando vas por la mitad y ves que la cosa no pasa de la Venecia renacentista, te inquietas. Pero, después de leer 400 páginas, descubres el truco: la inmortalidad del jorobado Pier Francesco es un McGuffin. Ay, Mújica Laínez, si Hitch hubiese rodado más películas de época, lo que podría haber hecho con este material...

miércoles, 5 de noviembre de 2008

La audacia de la esperanza

La audacia de la esperanza es un concepto plausible porque la esperanza no es algo de lo que normalmente se abuse. Es como ese dicho tan español, el dinero y los cojones son para las ocasiones. También lo es la esperanza.


Hoy es una ocasión ideal para que los norteamericanos (y nosotros también, quizás) se muestren esperanzados. Pero no conviene excederse, ya que parece que el efecto pasará pronto.

El abuso puede desembocar en otro concepto bien distinto: el de la adicción a la esperanza, mal que padecía aquella pobre mujer que protagonizaba Requiem for a Dream. Seguro que ella hubiese votado por Obama.