Aquellos que nacieron a finales de los 70 o a principios de los 80 quizá recuerden una época en la que algunas (no todas) colecciones de cromos no llevaban adhesivo y había que enguarrarse con el pegamento si se quería amarrar las cartitas al album. Y a los que les llegue la memoria para un poco más, a lo mejor se acuerdan de una colección llamada "Monstruos", que apareció allá por 1986. La verdad es que, para nuestras mentes infantiles, era bastante impactante, una colección de engendros nada desdeñable incluso daba miedo (aún recuerdo con cierto resquemor una imagen de "la hija del diablo"), pero ya se sabe: el tópico de la tragedia más tiempo todo lo convierte en risible y el pavor que pudiesemos sentir ante estos cromos (un poco cutres, la verdad) ha desaparecido con el paso de los años. Ojeando el album en la actualidad podemos echarnos unas risas, como hacen en ADLO con el apartado de superheroes. En él podemos encontrar, por ejemplo, al Príncipe Cometa, copia barata del Nova de los New Warriors, un tipo que quiere dominar el mundo con unos poderes que le otorgó un brujo rumano, entre los que se incluyen disparar cápsulas de ácido tartárico (¿tendrá algo que ver con la salsa tártara?) y morfina. Que pena hacerse mayor.
martes, 20 de diciembre de 2005
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