Tengo que confesar que ni siquiera lo acabé. Me refiero al especial "Lo mejor de Vértigo", que ha publicado Planeta en una hábil maniobra publicitaria para que nos enganchemos a sus nuevas colecciones (conmigo no les ha funcionado). No me gustan esta clase de comics, a pesar de que "Otherworld" es interesante y el dibujo, estupendo. El problema es que los personajes son demasiado... reales. Grant Morrison me aburre en general y "La Patrulla Condenada" no es una excepción. Se cree taaan original, pero no lo es, es disperso y confuso y me pone nervioso, aunque sea una tonteria, que nunca haya bocadillos de pensamiento, de esos que parecen nubecitas (seguro que tienen otro nombre pero no me lo sé), en sus historias. Y los personajes tampoco es que digan nada muy interesante. Tampoco me entusiasma el feísmo de "Hellblazer", y menos aún el de "Shade". Me mareo con la sangre, así que esta historia solo la miré de reojo. Después de leer amedias este tomito he descubierto que nunca conseguiré que me gusten los comics serios (salvo contadas excepciones como "Maus" o "Watchmen"). Prefiero aquellos en el que un montón de tíos y tías con superpoderes y enfundados en pañales de colores deben luchar contra una fuerza maligna increiblemente poderosa para salvar a una humanidad condenada de nuevo a la extinción total. Por eso mis favoritos son cosas como "Crisis en tierras infinitas", "El clavo", "La caída de los mutantes" o "El juicio de Galactus". Prefiero al hortera de Superman al plasta de John Constantine. Desconozco la razón por la cual, para salvar el mundo, los supertipos deban enfundarse en unos pijamas ajustados y horteras, pero debe ser parecida a la que nos empuja a releer sin parar algunos tebeos y a arrinconar otros en el olvido más absoluto.
miércoles, 28 de diciembre de 2005
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