El Papa llega a tierras españolas y, aunque a cientos de kilómetros de distancia, puedo sentir su influjo, un influjo del todo pernicioso para mí, ya que sus ideas se filtran en mi cabeza, transformándose primeramente en una ligera obsesión que deviene en una densa ansiedad, como si el eco de sus sermones aun no pronunciados reverberase por anticipado en mi cerebro. Los sermones del papa (sobre todo en un evento llamado Encuentro de las Familias) no pueden sino girar en torno a un concepto tan abstracto como el de la familia. Es fascinante la contradicción que encierra que la iglesia sea la principal defensora de una institución (¿qué cuernos significa "institución"?) que le es totalmente extraña. Los curas siempre andan criticando el divorcio y los matrimonios homosexuales, pero se me escapa qué puede importarle a ellos si no se pueden casar y, por tanto, no pueden divorciarse. Lo de la homosexualidad también es genial porque, ¿para qué vilipendiarla si no pueden acostarse con nadie, sea del sexo que sea? No, ya no es pecado, que cada uno haga lo que quiera, pero eso de casarse, por Dios, como va a ser lo mismo una sana pareja heterosexual, claro que no, eso es lo natural. Lo natural es otro de esos conceptos difusos. Si es natural, está bien. Lo natural es que las personas se acuesten unas con otras, digo yo, porqué si no, para qué se nos da a todos la misma parafernalia. ¿No es un poco antinatural negar esa parte de nosotros mismos? Pero yo no tengo ni idea. Dios debe saberlo, él es muy listo y los curas entienden a la perfección lo que dice, por crípticos que sean sus mensajes crípticos. Tampoco entiendo a Dios, la verdad. Creó la tierra en 6 días. Hasta ahí, vale. Adán y Eva deambulaban por el paraíso, que estaba en la tierra, y la pobre chica mordió la manzana. Entonces Dios les mandó a vivir aquí. ¿Y que pasó con el paraíso entonces? No me aclaro ¿Se lo llevó Dios al cielo? ¿O lo dejó aquí abajo, en alguna parte, a la espera de ser descubierto por algun/a intrépido/a explorador/a? Vale, quizá todo sea una metáfora, pero espero que el Papa vuelva pronto al Vaticano, porque ya me duele la cabeza.
viernes, 7 de julio de 2006
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4 parlamentarios:
Estuvimos mi "nene" y yo este finde en los cursillos pre-matrimoniales...el tema "Papa" fue uno de los puntos de la charla.
Cuando oigo a un tío hablar en italiano sobre "La Familia" pienso en Marlon Brando.
A mí me duele la cabeza, el pie y sobre todo los higadillos. Tanto que a veces me dan ganas de soltarlos uno detrás de otro gracias a las palabrejas que tenemos que oir todos los días, especialmente los fines de semana papísticos. El concepto nuevo o antiguo de familia que predica Ratzinger (el Papa que nadie conoce como Benedicto XVI) me parece que tiene tanta credibilidad a día de hoy como la propia presencia papal.
Pues no sé si el clérigo es el que más sabe de Dios, pero de vender kit-mochilas con rosario incluido seguro que sí.
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