lunes, 17 de abril de 2006

Días de cine

Las vacaciones deberían servir para hacer lo que a uno más le apetece. En Semana Santa me apetecía tumbarme en una playa de las Islas Mauricio, pero como no ha podido ser, he pasado los días viendo películas, que es asimismo una actividad sumamente agradable y descansada. Aun no sé si el cine sirve para algo, si es un alimento espiritual o una pérdida de tiempo, pero me hace sentir levemente mejor cuando tengo que quedarme en Madrid mientras el resto del mundo ha huido de esta puñetera ciudad. He aquí las consecuencias de mi frustración y aburrimiento.

- "Brokeback mountain": He tardado pero al final, he sucumbido a la presión mediática. Y no me arrepiento. Su envoltorio intimista esconde un amor épico determinado por una circunstancia llamada soledad, constatación de la verdad escondida en una vieja canción de Neil Diamond que cantó como nadie Aimee Mann: dos es casi tan malo como uno, pues es el siguiente número más solitario. Pero sigo odiando a Jake Gyllenhaal.

- "Orfeo": por si acaso, he descolgado todos los espejos de mi casa y les he dado la vuelta. Así, si la muerte viene de visita, se llevará un buen golpe antes de atraparme.

- "Dos en la carretera": dos adivinanzas. Primera: ¿Qué clase de personas se sientan juntas y no tienen nada que decirse? Solución: los matrimonios. Segunda: ¿Se puede poseer más encanto que el tándem Finney-Hepburn? Solución (obvia): no.

- "Dulce pájaro de juventud": mi profesor de historia del cine, que en paz descanse, decía que hay que ver malas películas para apreciar las buenas en su justa medida. Esta vez se lleva la palma esta historia tonta y llena de tópicos que apenas merece la pena por la cara de Paul Newman, una de las bellezas menos discutibles que se han asomado a la gran pantalla, y la intervención de una juvenil suegra de Bree en "Mujeres desesperadas" (Shirley Knight) interpretando a la típica rubia sosita.

- Y, por último, "Picnic": ¿Por qué los melodramas clásicos son apasionantes? A pesar de su aparente levedad, esconden el reflejo fidedigno de un lugar y una época, como esos insectos prehistóricos encerrados para siempre en ámbar. Un extraño en el pueblo (William Holden) se cuela en una merienda campestre y hace polvo la rutina del apacible lugar. El baile entre el galán (una de las pocas secuencias en las que aparece con camisa, aunque acaba sin parte de ella por culpa de una furibunda Rosalind Russell, para que digan que antes no existían los desnudos gratuitos) y la belleza local vale más que algunos musicales enteros, que no cito por no herir orgullos. Cierto, Kim Novak no sabe actuar, y ni falta que le hace.

El próximo año espero contar mis vacaciones en la playa. Puede que Dios me haya castigado por no ir a la iglesia. Pero es que en el cine se está mejor.

9 parlamentarios:

Anónimo dijo...

Qué buena selección... sobre todo por Orfeo y Dos en la carretera. ¿Tan mal está Dulce pájaro de juventud? A mí todo lo que tenga que ver con Tenneesse Williams me suele encantar...

Anónimo dijo...

El comentario anterior es mío... no sé por qué ha salido eso tan raro!

Anónimo dijo...

A mi también me gusta bastante Tenneesse Williams, pero esta peli me ha parecido decepcionante. Claro, que después de ver Picnic (a la que, por cierto, se parece bastante en el argumento)no hay color. A lo mejor la culpa no es de la obra de teatro, no sé.

Anónimo dijo...

Ya que sale de nuevo Aimee Mann, aprovecho para recomendar algo de Fionna Apple, que seguro que gusta (por los antecedentes existentes). Del Tidal, 'Never is a promise' o 'Slow like honey'. Del disco When the pawn, 'Paperbag'. Bueno, cualquiera que las acompañan. Ah, y en la playa ha hecho mal tiempo. Mejor plan es ver cine.

Anónimo dijo...

Se me va el perol: lo que quería decir es que con el binomio Williams-Newman se ve que no comulgamos muchos. A mí la que me dejó indiferente fue La gata sobre el tejado de Zinc, en la que la actuación de Taylor me pareció estupenda (cuellicortos es como llamo a los niños desde entonces), pero su marido me ponía de los nervios toqueteando el vaso. Por Dios, que bebiera, pero que dejara de marear el whisky de una vez. Y eso que me encanta Newman.

Anónimo dijo...

Me niego a admitir que el cine sea una pérdida de tiempo. Creo que es alimento para el alma y vehículo de cultura... y a las malas, es muy entretenido.

Siento que te quedaras en Madrid, pero no me negarás que ir a cualquier sitio con tan poca gente es un gustazo (yo también me tuve que quedar, así que hay que consolarse da alguna manera).

Saludos.

Anónimo dijo...

LLuvia: no he escuchado aun "Extraordinary machine", ¿que tal está?. De todo lo anterior, me quedo con 'Criminal', aunque sea obvia.
Y es cierto, Paul Newman no aprendió a actuar hasta que cumplió los 40 y en 'La gata' no le llegaba a la Taylor a la suela del zapato. Por cierto, que la madre de los cuellicortos también sale en 'Dulce pájaro' haciendo de rubia explosiva. Un espectáculo.

Anónimo dijo...

All I need is a good defense, cause I´m feeling like a criminal... and I need to be... es la hostia también. Perdón por el palabro. Aún me deleito con los anteriores discos, no he escuchado el último. Celebro que la conozcas.

Anónimo dijo...

Te digo que escuches 'SLOW LIKE HONEY' atentamente, a ver si es verdad que consideras mejor 'Criminal'. Si es así, punto en boca.