lunes, 3 de abril de 2006

Gato blanco gato negro

Y por fin, en nuestra sección dedicada a gatos célebres, el insigne Blacksad, quizá el felino más famoso de la historia del comic si obviamos a Garfield, Hobbes, Catwoman... Bueno, uno de los más famosos. No recuerdo cuando y donde le conocí. Fue como esos gatos que encuentras en una misma calle en días sucesivos y que acabas reconociendo por una mancha blanca sobre el ojo o una cicatriz en el lomo.
Blacksad deambulaba por las calles adyacentes a la mía desde hacía tiempo cuando decidí acercarme a él. Su aspecto era imponente, una versión animal de Paul Newman, un lustroso gato negro con traje y corbata que luce una sonrisa capaz de desarmar el corazón más endurecido. Además, fumaba. Me caía simpático.Su primera aventura, "Un lugar entre las sombras", me decepcionó un tanto. Los dibujos eran preciosos, si, pero el argumento era muy flojo, una mera revisitación de las clásicas tramas de cine negro en las que el protagonista se enfrenta a los malos por defender unos ideales en los que todo el mundo ha dejado de creer, aunque remarcando el salvajismo de la jungla de asfalto que es esta sociedad poblada por animales andantes y parlantes.
Pero en el segundo número la cosa mejora. "Artic nation" narra una historia de odios raciales en el que los animales blancos odian a los negros y viceversa. Un tanto absurdo si observamos que entre las especies que aparecen hay ejemplares marrones, grises, rojizos y hasta una cebra. Pero esta eventualidad queda resuelta concentrando el odio sobre los animales de pelaje más oscuro, como el propio Blacksad, que, además del desprecio de buhos, zorros, osos y demás depredadores de inmaculada coloración, debe encontrar a una niña secuestrada supuestamente por la organización que da título a la obra, un bestial remedo del Ku klux klan.
Después de acabar el volumen queda un regusto triste. Siempre se dice que los animales son mejores que las personas, dicho que se revela cierto en este comic. De comportarse los bichos como las personas, imagina las guarrerías que se harían unos a otros. Mucho peores que andar comiéndose todo el rato.
Blacksad es un personaje ambiguo, como los antihéroes del cine negro, a medio camino entre la luz y la oscuridad. A pesar de su aspecto atractivo, es un gato con el que no me gustaría toparme de noche en un callejón oscuro. Pero para leerlo, es un rato entretenido.

3 parlamentarios:

Anónimo dijo...

A mi uno de los gatos que me han intrigado siempre es el de Alicia en el País de las Maravillas, el gato de Cheshire, ese que aparece y desaparece. A mi entender es una pena que no desarrollase más el personaje, un poco loco, pero muy interesante.

Saludos.

www.losdesvanes.blogspot.com

Anónimo dijo...

Es cierto, el argumento de la primera aventura era un tanto flojillo. Supongo que no era más que una excusa para que Guarnido se luciera. Pero vaya si lo hizo. Tanto que quiero darle una oportunidad al próximo álbum. Aunque no sorprenda siempre es un placer deleitarse con ese dibujo y esa ambientación.

Anónimo dijo...

O sea, que si no he entendido mal (que podría ser, desde luego), los animales antropomórficos son aún más hijoputas que los seres humanos... Yo no he leído al tristenegro, ¿salen personas en el comic? No creo... voy a hacerme con uno, que pinta bien.