miércoles, 8 de febrero de 2006

Humor se escribe con A

Porque lo habeis (hemos) pedido ha vuelto "Humor amarillo". O algo así. El doblaje no es el mismo y juran y perjuran en Cuatro que hay imágenes inéditas. Cualquiera sabe, como si nos acordáramos de la anterior vuelta. O como si, una vez que has visto tres programas, no te parecieran todas iguales.
Lo reconozco, me hace reir, aunque los dobladores son manifiestamente mejorables. Me parecen un tanto sosos. Echo de menos Herrera y Coll. De haberlos escogido yo (¿por qué no? soy el hijo secreto de Polanco), hubiese apostado por Damián Moya y Jorge Marron, del programa de radio "No somos nadie" (me parto con su sección del kiosco). Total, ya son chicos Prisa, con lo que no es tan descabellada la idea.
Una vez sopesado el paso el tiempo, se comprueba la enorme influencia que ha tenido este espacio en otros programas "humorísticos", como "El gran Prix", calcado casi prueba por prueba, aunque los paletos españoles tienen menos gracia que los japoneses, y, además, el producto nacional estaba todo acolchado para que no se rompiesen las costillas (cosa que ocurría en el programa nipón con mucha frecuencia). Y encima no había karaoke ni el laberinto ni el general Tani. Y encima lo presentaba Ramón Garcia. Para qué seguir. Me quedo con "Takeshi´s Castle" mil veces, aunque sea más repetitivo que la música house.

Lo mejor (para los gafapastas): El general Takeshi, conocido actualmente como Takeshi Kitano, director festivalero por antonomasia y autor de bodrios pretenciosos y películas estupendas a partes iguales. Quien iba a decir que haría carrera en el cine.
Lo mejor (para los frikis): Obviamente... El chino Cudeiro
Lo mejor de lo mejor: El mojón asesino, GENIAL, ¿este salía antes?
Lo peor: Que coincida con "Los Simpson", aunque los hayamos visto mil veces, siguen siendo un clásico de la hora de la comida, por lo menos estos primeros episodios, que los últimos ya no me gustan.

1 parlamentarios:

mila dijo...

La vuelta de Humor Amarillo es una bendición, una pequeña alegría entre tanto descafeinamiento televisivo...
Mi prueba favorita era la de ir saltando tronquitos y esquivando mamporros... sólo de recordarlo me saltan las lágrimas...
Y yo también echo de menos a Herrera y Coll...