miércoles, 1 de febrero de 2006

¿Agua fría o agua caliente?

Un nuevo post dedicado a nuestros amigos los felinos. O algo así. Hay que darle sentido al nombre de esta página de vez en cuando. En mi época preadolescente mi serie favorita era "Ranma 1/2", la historia de un chico que se convierte en chica cuando se moja con agua fría, volviendo a la normalidad cuando se moja con agua caliente.
Con la llegada del anime a nuestro país comenzamos a ver las primeras tetas de dibujos animados. Antes de que los programadores se pusiesen duros (pensamientos limpios) Bulma salía sin sujetador en "Bola de Dragón" cada dos por tres. La versión femenina de Ranma también se despelotaba habitualmente. Para nosotros (y nuestras desbocadas hormonas) era toda una novedad. Ahora que vemos tetas a todas horas en los anuncios, series, programas del corazón e incluso en las noticias (lo del pezón de Janet Jackson lo censuraron en Estados Unidos pero aquí lo han puesto hasta la nausea) no nos causaría tanta impresión (los preadolescentes, que se bajan pelis porno del emule sin parar, están ya acostumbrados a ver de todo). Pero a lo que iba. Ranma estaba prometido con tres chicas: Akane Tendo, Kaori Ukio y Shampú. Esta última se transformaba en una linda gatita cuando se mojaba con agua fría y recuperaba su forma humana cuando se mojaba con agua caliente, pues se cayó en las mismas lagunas embrujadas que el protagonista. Shampú demostró en poco tiempo que era mujer de armas tomar: en su primera intervención intentó asesinar a Akane con un champú y desplego una serie de armas dignas de Sailor Moon y sus amigas, entre las que incluía a su abuela, una peculiar viejacha maestra de artes marciales. En casi todos los capítulos intentaba cargarse a Akane, no entendiendo por qué Ranma prefiería a tamaña siesa (se le notaba mucho la inclinación al muchacho) a ella, que era mucho más guapa y mejor en general. Su actitud violenta hizo que Ranma la despreciase, pero se equivocó al no elegirla como esposa, pues además de poder hacerle de guardaespaldas, Shampú hacía unos tallarines de miedo, por no hablar de sus masajes capilares. La verdad, no sé cómo termina la serie, y si alguien se acabó casando con alguien, pero Shampú molaba mucho más que la marimacho de Akane, que no sabía cocinar ni nada y además era muy brutita (supongo que por eso era mucho más encantadora que nuestra chica-gato).
Aunque era un buen partido, la pobre debió quedarse soltera. Una lástima. A lo mejor sigue caminando entre nosotros en su forma gatuna, esperando que su príncipe azul la encuentre en un oscuro callejón y la transforme, a la manera de los cuentos de hadas en los que un beso deshace una maldición, en una bella jovencita.

1 parlamentarios:

IvánN Díaz dijo...

lo del final de la serie de Ranma es un escándalo XDDDD

Digamos que cualquiera podría haberse casado con Ranma... Hasta Ryoga XDDD

Si es que a la autora se le fue la bola :P Píllate el manga ;)

y sí, Shampoo (o Bambú, como me gustaba llamarla a mí) era mejor que Akane!!!!