miércoles, 22 de febrero de 2006

Cómo conocer Japón

Un amigo que ha visto demasiadas películas de Ozu y Kurosawa me ha prestado un libro sobre Japón titulado "El crisantemo y la espada". Se trata de un ensayo que escribió una antropóloga norteamericana llamada Ruth Benedict. Esta muchacha era la primera investigadora occidental que realizaba un estudio en profundidad sobre las características de este pueblo. Como se escribio en pleno estadio de euforia que supuso la victoria en la II Guerra Mundial, el país del sol naciente es comparado continuamente con los yankis: que si los valores, que si la libertad, que si la democracia... Se nota que por aquella época no existía Michael Moore, azote implacable de conciencias bienpensantes.
El tema central (por lo que llevo leído) parece ser la estricta jerarquización, nada que ver con las clases sociales en América, que para la autora prácticamente no existen (¡Ja!). Está muy bien lo de los samurais, la dinastía Tokugawa, el papel de la mujer o la actitud de los prisioneros de guerra, pero para leer antes de dormir es un poco espeso. Anoche, en un momento de despiste, me puse a ojear el primer número de "Lamu", un volumen de Rumiko Takahashi que le regalé a mi hermanita (la friki) por Navidades. No suelo leer mangas, pero de repente pensé que debían ser un mejor y más moderno método de conocer Japón que el librito de marras. Después de devorar el primer capítulo he de reconocer que al menos es más entretenido ver cómo un adolescente con las hormonas a cien persigue a una alienígena hipersexy y con cuernos para salvar el destino de la raza humana de una invasión extraterrestre. Aunque me temo que estos personajes no sean muy representativos de la cultura japonesa, la verdad... Intercalaré las dos lecturas, para no quedarme dormido.

3 parlamentarios:

sedmikrásky dijo...

Hola! Gracias por pasarte. Me gusta tu blog.

Anónimo dijo...

El samurai.
Susaku Endo.
Bella, sensible, curiosa, merece la pena.............



fotero zen.......
(((Nos preguntamos por aquí si ya eres reportero dicharachero oficialmente....)))



:----))))))))))))))))))))))))

Unknown dijo...

Bueno, no es ninguna tonteria pensar que a través de la lectura de un cómic se puedan aprender cosas sobre la cultura de otro país. Al fin y al cabo, es una manifestación artística como otra cualquiera y, como tal, refleja la realidad (hasta cierto punto) que rodea al autor.

Otra cosa ya es pensar que las colegialas japonesas tienen broches mágicos que les confieren poderes o que Tokyo es destruido todas las semanas por el Apocalipsis de turno....