miércoles, 23 de mayo de 2007

El infierno son Marienbad

Al final de la última clase de Literatura Contemporanea, nuestro profesor trataba de explicarnos que en aquellas pocas horas que duró la asignatura había tratado de ofrecernos una sucinta guía de lo que debía ser una buena lectura: tomar un gran libro y leerlo una y otra vez hasta desentrañar su mecánica escondida, aquella que no logramos intuir con una primera y superficial lectura.
Entonces, una alumna avispada le preguntó "¿Y como podemos saber cuales son los mejores libros?". A lo que el profesor contestó "Pues... Hablando."
Desde entonces, he recordado esta sentencia varias veces y he llegado a la conclusión de que no solo es aplicable a la literatura.
Hace unas semanas proyectaron en la filmoteca 'El año pasado en Marienbad', la película más famosa del cineasta francés Alain Resnais. Su ópera prima me había entusiasmado, así que me dejé arrastrar por la fama que precedía a esta cinta.
Quizá si hubiese hablado antes con algún iniciado en la materia, podría haber acudido preparado para la experiencia, sin duda no apta para todos los públicos, lo que se puede confirmar por los numerosos de espectadores que abandonaron la sala a medida que el metraje avanzaba.

Annee derniere a Marienbad 3

Aunque casi es mejor no ir preparado y lanzarse al vacío sin pensarlo dos veces. Hay quien desechará de un plumazo el film tachándolo de pretencioso, vacuo, aburrido, críptico, etc, pero lo que queda claro es que no es una película fácilmente olvidable (si se aguanta hasta el final, claro) y que deja una comezón que incita a un segundo visionado.
Y entonces, hablando, uno no solo puede llegar a la conclusión de que este es uno de los más extraños y fascinantes experimentos en los que se ha embarcado el cinematógrafo, sino que incluso puede otorgarle un sentido.
Hablando, uno descubre que Marienbad es un balneario, algo que puede resultar evidente, pero que no se dice en la película en ningún momento. Hablando, uno descubre que el guión puede estar basado (o no) en 'La invención de Morel', de Bioy Casares, novela que había leído pero que no relacioné con esta historia. El guionista, Alain Robbe-Grillet, juró y perjuró que no era así, pero que publicase una reseña del libro antes de escribir esta película y este fragmento incluido en la misma ("gente que baila, que pasea y que se baña en la pileta, como veraneantes instalados de hace tiempo en Los Teques o en Marienbad") lo delatan.

Annee derniere a Marienbad 2

Hablando, uno descubre que las conversaciones apenas susurradas por los habitantes del hotel son las que dan sentido a la historia. Hablando, uno descubre que el año anterior a la historia, un hombre fue acusado en aquel lugar de abusar de una mujer en su propia habitación pero no fue así como sucedió: la mujer lo consintió pero fingió lo contrario, ya que estaba casada. Hablando, uno descubre que Marienbad es solo una metáfora. ¿Pero una metáfora de qué? Para mí, esta bien claro. Del infierno. Hablando, uno descubre que en el infierno los objetos no tienen sombra. El infierno son esos ricachones mudos que pasean plácidamente por el hotel (¿no son todas las voces de la película más que tres?) recorriendo siempre los mismos pasillos, apoyándose en las mismas balaustradas, descendiendo las mismas escaleras mientras el tiempo se repite eternamente. El protagonista intenta escapar de esta repetición diabólica de la eternidad al igual que intenta ganar el juego que le propone el marido de su amante (¿el demonio?), y lo intenta tratando de convencer a una bella joven de que no siempre fue todo igual, que hubo un año pasado en otro lugar (¿o fue ese? También todos los lugares son el mismo en el infierno) en el que se conocieron y se amaron, que pueden volver a hacerlo y así escapar de ese ciclo interminable que los apresa.
La película logra apresar al espectador mientras sus lentos y sinuosos movimientos de cámara se desplazan por los techos del hotel y, cuando piadosamente los libera, uno descubre con una punzada de horror que desea volver al infierno.


Annee derniere a Marienbad 1

PD: Hay quien dice que 'El año pasado en Marienbad' es una fórmula matemática. Yo siempre he sido de letras, pero me gusta la idea.

7 parlamentarios:

Cayetana Altovoltaje dijo...

Es que un matemático te diría que todo se puede explicar mediante las matemáticas. Y tendríamos que estar de acuerdo.
Yo uso el juego de Marienbad, bueno, una versión del mismo, en las clases de idioma. En lugar de eliminar cartas, se trata de eliminar palabras o elementos de una oración de manera que siga teniendo sentido.
En el fondo, los cinéfilos, matemáticos y filólogos somos iguales: UNOS FRIKIS.
:D
Ya hace tiempo que tengo ganas de verla, y después de tu excelente reseña, aún más.

Anónimo dijo...

Sabes què te digo? Que me quedo en el infierno, algunos desayunos son excelentes.

Saludos, majos.


Lluvia Pèrez.

El conspicuo Morgan dijo...

De estar allí viendo la película dudo bastante que me hubiera levantado, porque si una película no me gusta prefiero conocer de qué estoy opinando, pero sí hubiera agradecido que me entregaran a la salida una octavilla explicando el sentido de la misma... uno que es muy torpe y cree que ver arte abstracto consta de ver la obra en sí y de recibir la explicación de cada una. Y con esas cosas, me siento tan tonto como cuando te tienen que explicar un chiste. Me gustan las historias complejas en el cine, pero siempre que se muestren abiertamente, que estén "descodificadas", que pueda entenderlas por mí mismo tarde más o tarde menos en atar los cabos.

Paco Bernal dijo...

No he visto la película, y no sé si se podrá localizar en Viena (no, por lo menos, en las tiendas que yo tengo a mano). De todas maneras, me la apunto. Voy a España el mes que viene y veré si en la FNAC la hay (cómo hecho de menos la FNAC y la Casa del Libro). En cualquier caso, un placer leer la reseña.

Luisru dijo...

Lluvia, ¿estás en un balneario centroeuropeo? Ya nos contarás, espero que nos invites a Kirzijistan (o como se escriba) cuando vuelvas.
Caye: es cierto, sois unos frikis, yo no. No soy ni matemático ni filólogo, ni mucho menos cinéfilo.
Morgan: confío en que no te hubieses levantado.
Señor Bernal: creo que la peli no está en dvd, o al menos yo no la he encontrado.

Anónimo dijo...

Me gustaría empezar diciendo (tomáoslo como queráis) que he visto EL AÑO PASADO EN MARIENBAD no menos de 10 veces.
Obviamente, no sé con quién has hablado para llegar a todas esas conclusiones, pero lo cierto es que no vas muy desencaminado... En realidad, EAPEM puede ser interpretada de muchas maneras, desde la famosa fórmula matemática (desconozco si Robbe-Grillet es matemático pero me da que no) hasta el infierno, pasando por peli de vampiros...
En cualquier caso, creo que no hay por qué buscar significados a algo que no tiene por qué remitir a alegoría alguna. Lo que sí me gustaría destacar es que jamás he visto una peli igual. Una de las cosas que me encanta de EAPEM es que, pudiendo ser la típica película "tostón abstracta" tal como INDIA SONG de Marguerite Duras o cualquiera de Jean-Luc Godard a partir de los 80, guarda cierto "significado" (que puede ser interpretado de diversos modos, como he señalado antes) y no pierde ese aire de misterio que se mantiene en todo el metraje, por muchas veces que se vea la peli.
Otra cosas que me encanta es la foto de los personajes en el "boulevar", cuyas sombas son alargadas a diferencia del resto de cosas (tales como los arbustos), recordándome claramente a los cuadros del surrealista belga René Magritte.
En fin, un film misterioso y etéreo que envejece espléndidamente y que cada cierto tiempo apetece volver a ver. Una pena que no haya ninguna peli similar, ni siquiera del propio Alain Resnais.

Juan Vega dijo...

hola, aqui me encuentro vagando por la red intentando buscar un significado a la peli que acabo de ver esta noche, cuando termine de verla mi pensamiento fue, estan en una especie de limbo intemporal, y el señor este trata por todos los medios de escapar de el, de marchar en paz de esa horrible y fantasmagorica mansion prision, pero para conseguirlo ha de convencer a la chica de que una vez se amaron, el juego al que siempre gana el marido me tiene fascinado, eso me pasa por ver cine frances tenia que haverme puesto alguna de los farrely... esta noche no duermo