martes, 27 de junio de 2006

Carta abierta a Federico Fellini

Estimado Sr. Fellini que está en el Olimpo de los grandes cineastas:

Le escribo para informarle que aquí en la tierra se está cometiendo una terrible injusticia con respecto a usted y a su obra.
Vale que no es su aniversario ni nada, pero es que Billy Wilder, con la vil excusa de que nació hace 100 años le está robando todo el protagonismo. Está por todas partes, incluso dan sus películas con el periódico (a ver cuando han dado las suyas; que yo sepa, nunca).
Coincidirá conmigo en que sus películas no están a la altura de las suyas de usted. Cada vez que veo 'El crepúsculo de los dioses', 'El apartamento' o 'Uno, dos, tres' me maravillo del rematado de sus guiones, del ritmo perfecto e las secuencias, del aprovechamiento de los actores, etc. Pero, en terminos generales, digamos que a sus trabajos les falta esa trascendencia que se desprende del cine suyo de usted.
Y le escribo por esto, porque creo que la obra suya de usted está cayendo lentamente en un injusto olvido mientras que la de Mr. Wilder no para de ganar adeptos. Y esto se debe a una hábil campaña publicitaria organizada por algunos fans exaltados y de criterios discutibles. El culmen de esta estrategia fue aquel libro llamado 'Conversaciones con Billy Wilder' que se publicó hace unos años y que pretendía ser un estudio similar al que Truffaut realizó sobre Hitchcock. Pero Cameron Crowe no está a la altura de su colega francés como periodista, mucho menos como director. La profundidad del análisis que se hace en 'El cine segun Hitchcock' deja las entrevistas a Mr. Wilder en una colección de anécdotas. Pero estoy divagando, perdóneme. Lo que quiero transmitirle es mi sensación de que aquí en la tierra las cosas están cada vez más chungas. Mientras se recuperan las primeras cintas sutas de usted (a todas luces imperfectas), como 'La Strada' o 'Las noches de Cabiria', se ignoran las últimas, obras maestras como 'Roma' o 'Y la nave va'. Lo siento de antemano pero son más complejas y pretenciosas y pueden parecer aburridas pero su importancia última el tiempo se encargará de poner en su sitio. Lo que me temo es que los cinéfilos cada vez se conformen con menos y por eso prefieran películas como las de Mr. Wilder, sencillas, brillantes pero faltas de trascendencia. Por eso, Sr. Fellini, si se cruza en el Olimpo de los grandes cineastas con Mr. Wilder, dele un collejón de mi parte, por plasta.

2 parlamentarios:

Anónimo dijo...

Yo no creo ni que Fellini sea tan trascendente como aparenta, ni tampoco que Wilder sea tan intrascendente.

En todo caso, creo que la profundidad no está necesariamente ligada al buen cine (y existen muchos ejemplos de películas pretenciosas que son una castaña).

Independiente de sus pretensiones, Fellini es un maestro. Y eso no hay quien se lo quite.

Anónimo dijo...

Me gusta mucho Billy Wilder pero, aunque cometa sacrilegio, creo que está sobrevalorado mientras que las obras de otros directores muy interesantes, como Fellini, son menos conocidas. Pero es cierto que a mucha gente Fellini les parecerá un petardo y en cambio consideren Dios a Wilder (como Trueba). Gracias por la visita.