"Soy un ser de diálogo, todo en mí es conflicto y contradicción. Por más que se pretend contar la verdad, las memorias siempre son verdades a medias: todo es siempre más complicado de lo que se piensa. En una novela quizá resulte más fácil acercarse a la verdad."
Me ha costado casi todo el verano pero por fin he terminado la biografía de François Truffaut que publicaron hace ya unos cuantos años los estudiosos del cinematógrafo Antoine de Baecque y Serge Toubiana.
No es que me entusiasmen las biografías pero el director de 'Farenheit 451' o 'La mujer de al lado' me resulta un personaje tan fascinante que consideraba necesario conocerlo a fondo (todo lo a fondo que se puede conocer a alguien a través de una biografía). No me he arrepentido no solo por lo que de complejo tenía el cineasta francés, sino también por las virtudes narradoras de sus biógrafos: convierten la vida de Truffaut en un novelón decimonónico protagonizado por un antihéroe arribista lleno de dudas y contradicciones en el que hay secretos familiares, amores imposibles, pasiones desatadas, espeluznantes crímenes, políticos corruptos, acontecimientos históricos y un destino grandioso. Citando a Jean Grualt, uno de los guionistas del genio, "me da la impresión de que François había llegado a esa cima a la que parecía haber aspirado siempre". En efecto, Truffaut siempre supo que podía ocupar un lugar entre los grandes directores de la historia de cine y finalmente lo consiguió. Su influencia es enorme, no solo debido a sus películas, de las que ya he hablado en alguna que otra ocasión. A su época de crítico debemos una concepción del séptimo arte que ha endiosado a algunos autores y denigrado a otros, pero el visceralismo de Truffaut en sus escritos ha hecho que cintas relegadas a un injusto olvido hayan llegado hasta nosotros con un aura de clásico: 'Encadenados', 'Johnny Guitar', 'La regla del juego', 'Te querré siempre', 'El sueño eterno', etc.
Pero más allá del cine, su vida dio mucho de sí. Desde su nacimiento, su devenir se transformó en un culebrón apasionante para seguir desde fuera, aunque sospecho que no tan agradable para experimentarlo: hijo ilegítimo, pilluelo callejero, joven depresivo, desertor...
Pero no hay una buena novela realista sin millones de personajes secundarios que la enriquezcan y le otorguen su definitiva grandeza. Me ganan siempre los personajes secundarios (ver post anterior), esos que nunca serán los protagonistas de la historia pero que, en el pequeño hueco que se les concede, son capaces de fascinarnos tanto o más que los héroes. En este caso con el morbo añadido de que estos personajes fueron (o son) hombres y mujeres de carne y hueso, que comen, duermen, caminan y respiran, de los que quizá nunca se escribirá una biografía pero que, al cruzar sus vidas con la de Truffaut, han esquivado al olvido, obteniendo un papel de reparto en la eternidad (al menos en la finita eternidad del ser humano).
Me refiero a, por ejemplo, la fiel Suzanne Schiffman, asistente de Truffaut en una decena de sus films, a Marcel Berbert, el eterno administrador de Les Films Du Carrosse, a Jean-Luc Godard, alguien que en una novela al uso podría ser considerado "el antagonista", amigo al principio y enconado enemigo más tarde, a Ignace Morgenstern, el suegro y productor de los primeros trabajos del cineasta, a Helen Scott, su asistente y traductora en las charlas con Hitchcock ("evidentemente enamorada de Truffaut", segun los biógrafos), a Koichi Yamada, el corresponsal del director en Japón, al productor Gérard Lebovici, brutal e inesperadamente asesinado en su piso de París, al escritor Henri-Pierre Roché, autor de 'Jules y Jim', a la estudiosa de Adele Hugo Frances-Vernor Guille, fulminada por un infarto tras admirar la adaptación de su trabajo que había realizado Truffaut en 'Diario íntimo de Adele H.', a los actores a los que dirigió, el austriaco e iracundo Oskar Werner, Jean-Claude Brialy, la superestrella Jean-Paul Belmondo, el atormentado Jean-Pierre Leaud y, por supuesto, a las actrices de las que se enamoró: Claude Jade, la malograda Françoise Dorleac, Catherine Deneuve (de la relación de ambos no se ofrecen demasiados detalles, una pena), Jeanne Moureau, Isabelle Adjani (¿por qué una mujer tan inteligente y sensible ha pasado tantas veces por el quirófano?), la divina Fanny Ardant...
Es curioso que la única mujer con la que se casó Truffaut, Madeleine Morgenstern, no fuese una actriz. Pero así era François, terriblemente contradictorio, un cineasta moderno pero a la vez un poco anticuado, un revolucionario y un conservador, un hombre serio y reflexivo pero que en su interior escondía el alma de un niño, Spielberg dixit.
En fin, quien piense que ya no puede haber nada parecido a Stendhal, Balzac o Victor Hugo que se asome a estas páginas. Yo me voy a repasar otra vez la filmografía del genio.
miércoles, 29 de agosto de 2007
Los actores de reparto
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Truffaut
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5 parlamentarios:
Hola! Mala suerte con el tema del tranvía y del metro. No suele suceder. En cualquier caso, uno de mis libros de cabecera es la larga entrevista que T. le hizo a Hitchcock. Tanto es así que, al no poder disponer del libro en español, me lo he comprado en alemán con la esperanza de mejorar el idioma y poder seguir disfrutándolo. Del Truffaut cineasta confieso que he visto poco. Por cierto, la biografía, ¿Tiene datos bibliográficos? Pofavó, ¿Me los podría usted de facilitar? Me gustaría leer un libro que viene tan bien recomendado. Si te gustan los libros de cine, te recomiendo uno que quizá te cueste encontrar (en el Rastro yo lo he visto de viejo). Es la biografía de Marlene Dietrich que escribió su hija Maria Riva, y que está publicada en España por Plaza y Janés. Es un libro entretenidísimo y muy solvente. Un abrazo,
Paco
Repito tu última frase: tendré que revisar de nuevo su filmografía y agenciarme las que me quedan. Si con el mismo énfasis hablaras de Pajares y Esteso, me vería obligada a hacer lo mismo.
Yo tampoco soy muy aficcionado a las biografías, pero ésta sin embargo parece interesante.
Por lo que cuentas da la impresión de que se trata más de indagar en su personalidad que de referir una serie de hechos cronológicos o anécdotas...
Me acercaré mañana a la librería para echarle un ojo...
Oye Luisru, solo te he visto en un par de fotitos que han corrido por aquí pero ese chico del medio de la foto con corbata se parece a ti cuando tenías unos quince años menos...
Paco: No he leído la biografía de Marlene Dietrich pero seguro que es apasionante. Los datos bibliográficos de la de Truffaut los puedes encontrar en la página de la editorial Plot, que está enlazada en el post. Y 'Hitchcock por Truffaut' es uno de mis libros de cabecera, of course.
Lluvia: de momento, no me he puesto con la filmografía de Pajares y esteso, pero nunca se sabe...
Srto: Bienvenido, este libro es un poco las dos cosas, también hay mucho de la historia de Francia a través de la figura del cineasta.
Carmen: ese niño es Jean Pierre Leaud en el festival de Cannes de 1959. Me tomo como un cumplido lo del parecido, aunque luego le creció demasiado la nariz, je, je.
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