lunes, 16 de enero de 2006

Que chasco

Que chasco. Cuando me dijeron que un autor novel había ganado el premio Nadal enseguida pensé que se trataba de un jovencito desconocido que se había impuesto a todos esos escritorzuchos (famosos por una razon literaria o no) que últimamente copan todos los premios. Pero no era así. El tal Eduardo Lago es talludito ya y colabora en El País nada menos, por lo que ya debía sonarle el nombre a los miembros del jurado. Pensé, iluso de mi, que la novela podría tener algún interés... Hasta que encontré este sucinto resumen:

"Llámame Brooklyn" es la historia de un periodista de Nueva York que recibe la noticia de que su amigo Gal Ackerman, 25 años mayor que él, ha muerto. Esto le obliga a cumplir un pacto tácito: rescatar de entre centenares de cuadernos abandonados por Ackerman en un motel de Brooklyn una novela a medio terminar y entregarla a una única lectora, la rusa Nadia Orlov, de quien hace años nadie sabe nada.

Lamentable. Otra novela sobre escritores que no ven más allá de su ombligo. El argumento se parece al de "La sombra del viento" pero dirigido a esa clase de gente que cree leer buenos libros. Y pensar que este premio lo ha ganado Millás (me gusta Millás ¿que pasa?), Carmen Martín-Gaite, Delibes, Rafael Sánchez-Ferlosio... Claro que también lo ha ganado Lucía Etxebarría...
El Nadal ya no es lo que era. La primera en ganarlo fue una desconocida Carmen Laforet, que publicó su excelente "Nada" cuando tenía !24 años¡ ¿Que hubiese sido de ella en la actualidad? ¿Tendría que haber sido presentadora de televisión, como la Maria de la Pau esa? ¿O esperar a cumplir los 50? Definitivamente, la literatura está condenada.

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