jueves, 18 de septiembre de 2008

In the mood for blog








Las oficinas son lugares en los que millones de personas malgastan sus vidas durante 5 días a la semana. Uno se fascina de cómo puede la vida desarrollarse en un entorno tan hostil. Los oficinistas se asemejan a animales fantásticos, como los peces que viven en las profundidades abisales o esas plantas raquíticas que crecen en los bordes de las autopistas norteamericanas.

Este entorno imposible y hostil, además, puede existir en cualquier lugar y época, lo cual es doblemente inquietante: los empleados han existido y existirán siempre, por muy alejado rincón del mundo que se observe.

Y así, Wong Kar-wai decidió contar una historia de amor en el Hong Kong de los años 60. Y, además de sorprenderme porque en tan exótico paisaje sonasen las canciones en español de Nat King Cole, me maravilló comprobar que las oficinas ya existían. ¿Dónde podremos escondernos de ellas?

Lo original es siempre lo mejor: In the mood for blog

2 parlamentarios:

Palomares dijo...

Qué pinícula más bonita. Igual lo he contado ya alguna vez, pero nosotros la vimos en un cine de verano de nuestro barrio, ahí en sillas de plástico y rodeados de viejecitos que comían queso. Cuando hicieron la pausa para el Visite nusestro bar los viejos comentaban entre ellos que no les estaba gustando nada la película... "Y encima esa música ratonera..."
Pero cómo la disfrutamos nosotros, qué cosa más bonita.

Luisru dijo...

En el interin entre aquel post y este me he hecho fan de Wong Kar wai. Para este finde curiosamente tengo Days of being wild, y ya he visto las totalmente recomendables Happy Together, Fallen Angels y The hand. Pero creo que de todas me quedo con Chunking Express, aunque esta no le va a la zaga.