lunes, 10 de diciembre de 2007

Mes courants électriques

Héroes languidece. Pensábamos que a esta serie no podía pasarle lo que a otras de la misma quinta, que mantendría el interés en la segunda temporada, pues la primera había cumplido nuestras expectativas de pleno. Pero no ha sido así. Quizá la culpa de todo la tenga la tan traída y llevada huelga de guionistas (¿pero de verdad trabajan guionistas en Hollywood?). Hasta he oído hablar de una huelga encubierta que se inició mucho antes que la efectiva y que se dedicó a malbaratar las películas y series haciendo que sus argumentos fuesen previsibles, burdos y maniqueos. Aunque, en la mayoría de los casos, no notaremos la diferencia. El caso es echarle la culpa a algo más que no sea la falta de imaginación y recursos de los obreros del entretenimiento, a los que confiamos nuestras horas de ocio y no nos ofrecen más que morralla para rellenarlas.
El caso es que el rumbo de la serie se ha diluido en una repetición de lo ya visto y un puñado de piruetas absurdas. Los personajes no avanzan, se mueven dando bandazos sin sentido, recayendo una y otra vez en las mismas situaciones (eso los que hacen algo, otros, como Ando, se limitan a aparecer de vez en cuando sin hacer absolutamente nada):
D.L. ha sufrido una de las muertes más lamentables de la historia de la televisión (aunque de muertes gratuitas ya vamos sobrados, cada semana tenemos un nuevo cadáver o dos), hemos descubierto que Niki padece una pura y simple esquizofrenia (cuando pensábamos que sería algo así como una posesión rollo Malicia-Polaris, explicada mediante diálogos tan chungos como "desperté la malicia que anidaba en el alma de Lorna Dane y la convertí en la mujer que, secretamente, siempre quiso ser", ese sí que era Claremont en estado puro), Mohinder y Matt Parkman viven juntos y, encima ¡con una niña! ¿Y nadie se da cuenta de lo morboso de esta convivencia? Hiro ya no tiene gracia, se pasa el día lloriqueando, que si se ha muerto mi padre, que si la chica por la que me he colgado vive en el siglo XIII, Adam es una copia demasiado descarada (¡hasta en el nombre!) de Adam Destine y Nathan Petrelli se volvió alcohólico en 2 semanas tras abandonarle su mujer porque su suegra le había dicho a ésta que estaba loco. Todo muy plausible, vamos.


Solo hay tres personajes que, en mi modesta opinión, se salvan de la quema:

- Claire Bennet: ¿quién no se ha rebelado contra el destino que sus progenitores le intentan imponer? ¿Quién no se enamoraría de alguien que pudiese volar y que te llevase a contemplar la ciudad desde el aire? Además, esta chica se me asemeja cada vez más a Hanna Schygulla, aunque parece que, en vez de convertirse en una reputada actriz dramática, Hayden va a decantarse por ser una de esas estrellas de medio pelo que lo mismo te canta que te anuncia una crema.

- Elle Roberts, la chica eléctrica, con mucha mala baba y completamente deshinibida, pero que me veo van a convertir en buena alegando que el exceso de electricidad que contiene su cuerpo afecta a su riego sanguíneo y por eso se comporta como se comporta. Es que está muy mal que una chica guapa y lista sea una mala malísima porque sí, porque le gusta putera al personal, donde se ha visto monstruosidad semejante. Ay, con lo eróticas que se han revelado sus corrientes eléctricas.



- Monica Dawson, la prima del también desaprovechado Micah, un personaje que recupera el espíritu de la primera temporada: chica-normal-que-descubre-repentinamente-que-tiene-poderes-alucinantes. Monica trabajaba en una hamburguesería y su mayor aspiración era ser encargada de la misma cuando descubrió que podía aprender cualquier cosa solo con observar su ejecución durante unos segundos: si ve el programa de Arguiñano te hace una tortilla de patata, si ve 'Kill Bill' puede matarte 5 veces antes de que toques el suelo, etc. Pero me da que la pobre es carne de cañón y que no la incluirán entre los personajes fijos.

En fin, los guionistas ya se han excusado por la marcha de la serie, pero me temo que ningún final impactante puede compensar 11 capítulos aburridos y repetitivos (a no ser que sea con algún desnudo integral femenino).

Actualización (con Spoiler): Anoche vi el último capítulo, que retornara a nuestros ordenadores en abril, y el presunto final epatante es una mala imitación de la muerte del senador Kelly. Confía en los X Men y no corras, que ya verás qué pronto se cae el programa de la parrilla.

1 parlamentarios:

Paco Bernal dijo...

Querido Luisru:
Sólo quería desearte unas felices navidades y un 2008 estupendo, y darte las gracias por los buenos ratos del año que se termina, en los que, gracias a tu blog, me lo he pasado muy bien.
Un abrazo desde Viena,
Paco