miércoles, 29 de agosto de 2007

Los actores de reparto

"Soy un ser de diálogo, todo en mí es conflicto y contradicción. Por más que se pretend contar la verdad, las memorias siempre son verdades a medias: todo es siempre más complicado de lo que se piensa. En una novela quizá resulte más fácil acercarse a la verdad."

Me ha costado casi todo el verano pero por fin he terminado la biografía de François Truffaut que publicaron hace ya unos cuantos años los estudiosos del cinematógrafo Antoine de Baecque y Serge Toubiana.

Truffaut Cannes 1959

No es que me entusiasmen las biografías pero el director de 'Farenheit 451' o 'La mujer de al lado' me resulta un personaje tan fascinante que consideraba necesario conocerlo a fondo (todo lo a fondo que se puede conocer a alguien a través de una biografía). No me he arrepentido no solo por lo que de complejo tenía el cineasta francés, sino también por las virtudes narradoras de sus biógrafos: convierten la vida de Truffaut en un novelón decimonónico protagonizado por un antihéroe arribista lleno de dudas y contradicciones en el que hay secretos familiares, amores imposibles, pasiones desatadas, espeluznantes crímenes, políticos corruptos, acontecimientos históricos y un destino grandioso. Citando a Jean Grualt, uno de los guionistas del genio, "me da la impresión de que François había llegado a esa cima a la que parecía haber aspirado siempre". En efecto, Truffaut siempre supo que podía ocupar un lugar entre los grandes directores de la historia de cine y finalmente lo consiguió. Su influencia es enorme, no solo debido a sus películas, de las que ya he hablado en alguna que otra ocasión. A su época de crítico debemos una concepción del séptimo arte que ha endiosado a algunos autores y denigrado a otros, pero el visceralismo de Truffaut en sus escritos ha hecho que cintas relegadas a un injusto olvido hayan llegado hasta nosotros con un aura de clásico: 'Encadenados', 'Johnny Guitar', 'La regla del juego', 'Te querré siempre', 'El sueño eterno', etc.
Pero más allá del cine, su vida dio mucho de sí. Desde su nacimiento, su devenir se transformó en un culebrón apasionante para seguir desde fuera, aunque sospecho que no tan agradable para experimentarlo: hijo ilegítimo, pilluelo callejero, joven depresivo, desertor...
Pero no hay una buena novela realista sin millones de personajes secundarios que la enriquezcan y le otorguen su definitiva grandeza. Me ganan siempre los personajes secundarios (ver post anterior), esos que nunca serán los protagonistas de la historia pero que, en el pequeño hueco que se les concede, son capaces de fascinarnos tanto o más que los héroes. En este caso con el morbo añadido de que estos personajes fueron (o son) hombres y mujeres de carne y hueso, que comen, duermen, caminan y respiran, de los que quizá nunca se escribirá una biografía pero que, al cruzar sus vidas con la de Truffaut, han esquivado al olvido, obteniendo un papel de reparto en la eternidad (al menos en la finita eternidad del ser humano).


Truffaut at work

Me refiero a, por ejemplo, la fiel Suzanne Schiffman, asistente de Truffaut en una decena de sus films, a Marcel Berbert, el eterno administrador de Les Films Du Carrosse, a Jean-Luc Godard, alguien que en una novela al uso podría ser considerado "el antagonista", amigo al principio y enconado enemigo más tarde, a Ignace Morgenstern, el suegro y productor de los primeros trabajos del cineasta, a Helen Scott, su asistente y traductora en las charlas con Hitchcock ("evidentemente enamorada de Truffaut", segun los biógrafos), a Koichi Yamada, el corresponsal del director en Japón, al productor Gérard Lebovici, brutal e inesperadamente asesinado en su piso de París, al escritor Henri-Pierre Roché, autor de 'Jules y Jim', a la estudiosa de Adele Hugo Frances-Vernor Guille, fulminada por un infarto tras admirar la adaptación de su trabajo que había realizado Truffaut en 'Diario íntimo de Adele H.', a los actores a los que dirigió, el austriaco e iracundo Oskar Werner, Jean-Claude Brialy, la superestrella Jean-Paul Belmondo, el atormentado Jean-Pierre Leaud y, por supuesto, a las actrices de las que se enamoró: Claude Jade, la malograda Françoise Dorleac, Catherine Deneuve (de la relación de ambos no se ofrecen demasiados detalles, una pena), Jeanne Moureau, Isabelle Adjani (¿por qué una mujer tan inteligente y sensible ha pasado tantas veces por el quirófano?), la divina Fanny Ardant...
Es curioso que la única mujer con la que se casó Truffaut, Madeleine Morgenstern, no fuese una actriz. Pero así era François, terriblemente contradictorio, un cineasta moderno pero a la vez un poco anticuado, un revolucionario y un conservador, un hombre serio y reflexivo pero que en su interior escondía el alma de un niño, Spielberg dixit.
En fin, quien piense que ya no puede haber nada parecido a Stendhal, Balzac o Victor Hugo que se asome a estas páginas. Yo me voy a repasar otra vez la filmografía del genio.

viernes, 24 de agosto de 2007

Mes vacances a Viena

Continuamos con la segunda y última parte de nuestro especial postvacacional (toma juego de palabras) con una entrada dedicada a la antigua capital del Imperio Austrohúngaro: Viena.
Cuando uno vuelve de Viena se da cuenta de que Madrid es una ciudad bastante cutre y cochambrosa, poblada por salvajes incivilizados. Quizá no haga falta volver de Viena, pero yo no lo había notado hasta ahora...
Viena es tan pulcra, tan acogedora (al menos a este lado del Danubio), tan civilizada. Vale, también es esnob y elitista, pero ¿quién es perfecto? El caso es que, en mi primera toma de contacto, no puedo decir nada malo de Viena. Bueno, sí: que todo cierra muy pronto, que los transportes funcionan como en la capital de España (osease, muy malamente), que la metereología es terriblemente voluble, que hay millones de modernos y gafapásticos, que... Pero Viena es apasionante, un lugar a la vez monumental y lleno de recovecos, épico y decadente, histórico pero lleno de vida. En fin, lleno de contradicciones. Las ventanas de los pisos bajos (al menos en el centro) se dejan abiertos por la noche aunque, claro, luego se acuerda uno de la pobre Natascha Kampusch y...
Pasemos a los impresionantes documentos gráficos que allí tomamos.

Spiderman Viena
Spiderman también trepa a los edificios en las calles del viejo continente. Como en toda ciudad civilizada que se precie, en Viena hay varias tiendas de cómics y esta era la mascota de una de ellas, que estaba muy cerquita del Stephansdom.

kiosco vienes
En Viena, en vez de kioscos, hay puestos callejeros de prensa. Al principio pensamos que era como un top manta de revistas, pero estos están completamente homologados y cuentan con todos los permisos reglamentarios.

Cine en el Ayuntamiento de Viena
El cine al aire libre frente al Ayuntamiento. Viena en verano está llena de actividades culturales, la mayoría gratuítas. Como los Veranos de la Villa, pero a lo bestia. Y tengo querencia por los cines en todas sus variantes, qué pasa.

Universidad de Viena
El patio de la Universidad de Viena, con los bustos de sus catedráticos más ilustres, entre los que se incluye, por ejemplo, Freud. ¿A quién no le gustaría estudiar para tomarse aquí un melange entre clase y clase?

Atenea
¡Oh Atenea! Tú si que sabes mirar con auténtico desprecio al género humano. Sólo tú podías presidir el parlamento austriaco.

Jardines del pueblo
Los jardines del pueblo lindan con el Hofburg, el Palacio de Invierno de Sissí y Francisco José I. La historia de esta pareja es fascinante, pero más fascinantes aún son los personajes secundarios de la misma: el hijo de ambos, Rodolfo de Habsburgo, que se suicidó junto a su amante en Mayerling, Sofía de Baviera, la pérfida suegra de la pobre Sissí y, sobre todo, Maximiliano I de México. ¿Cómo coño el hermano del emperador de Austriohungría llegó a ser emperador de México? Tan absurdo como estos jardines, con sus sillas de madera desvencijada o su réplica del templo de Teseo en Corfú, un capricho de la ciclotímica emperatriz.

Romy
El mito de Sissí está convenientemente explotado, así como el de Romy Schneider, cuya imagen está por todas partes (en este caso, gracias a un a exposición fotográfica que recorre sus años mozos).

Neubaugasse
Neubaugasse era una calle que hacía esquina con la calle Mariahilfestrasse, algo así como la Bravo Murillo vienesa, parecía el fondo de unos añejos dibujos animados, las tiendas se iban repitiendo cada pocas manzanas: un H&M, un Palmers, un Anker y un NordSee; un H&M, un Palmers, un Anker y un NordSee...

Maniquís
El realismo de los maniquíes de los establecimientos de lencería (muchos y privativos) era inquietante. Quizá fuesen aspirantes a Supermodelo 2006 que habían accedido a ser disecadas para que todo el mundo las admirase.

Lotería de Viena
Aunque los vieneses sean tan estirados tienen sus vicios como todo el mundo. Una veterana administración de lotería para constatar su afición al juego.

Schombrunn
A sissí le gustaba el senderismo y su marido dormía en un camastro de hierro, pero el palacio del Schönbrunn (un lugar donde también vivieron María Antonieta o un hijo de Napoleón) es uno de los lugares que uno debe visitar al menos una vez en su vida. Lástima que el ascenso a su romántica glorieta se transformase para Anita y yo en una marcha en pos de la muerte. Ahora necesitamos descansar de las vacaciones...

martes, 21 de agosto de 2007

2 blogueros en Praga

Pues se acabaron las vacaciones. Y este año nos han producido la sensación de haber sido bien aprovechadas. Pues, ¿para qué otra cosa podrían servir unas vacaciones que no fuese para dar caminatas en pos de la muerte visitando viejos palacios, catedrales ruinosas, iglesias desvencijadas y obras de arte prehistóricas?
Hemos estado en Praga y Viena, dos de esas ciudades a las que uno no va a sentarse en una terraza mientras las horas se diluyen.
¿Qué puede contar a grandes rasgos de Praga? Que su luz es hermosísima, que está muy descuidada, que los transportes funcionan con asombrosa precisión, que la visitan millones de turistas que podrían visitar igualmente Benidorm y, quizá, que no es para tanto. Pero, claro, al lado de Viena, París parece una capital del África Subsahariana. Y que conste que no tengo nada en contra del África Subsahariana.
Como, además de unos bonitos recuerdos y un ligero mal de Stendhal, lo único que uno acaba conservando de sus viajes al extranjero son las fotografías, ahí van algunas de las instantáneas que tomamos en la capital de la República Checa.
Además, una imagen vale más que mil palabras, con lo cual dejo el rollo para los posts del resto del año.

Casa Danzante
He intentado seleccionar aquellas fotos que no se asemejen a postales o que no sean las típicas del Karlov Most ni de la Callejuela del Oro, pero la Casa Danzante (o edificio Ginger & Fred) era tan hermoso al atardecer...

Tranvía
¡Oh, tranvía! El edificio que se observa en un lateral es el Teatro Nacional, quizá la construcción más bella de Praga y la más ennegrecida.

Puente de Carlos
Este era el estado de las esculturas del Puente de Carlos. Sí, sí, esos hilillos blancos son telarañas. Imaginaaos el tamaño de las arañas...

Albert
En varios puntos de la ciudad encontramos esculturas de vacas. Parece ser que son un rescoldo de algo titulado "Cowparade 2004", una exposición al aire libre de carácter itinerante que se ha instalado en varias localidades europeas. Esta era la más curiosa, la mascota de los supermercados Albert, algo así como los Mercadona checos.

Mash Praga
Esto era lo que quedaba en la acera opuesta al hotel donde nos hospedamos, una típica armería de barrio. La verdad, la ciudad no me pareció tan insegura como para que la gente lleve una recortada bajo el sobaco pero nunca se sabe.

Telefonillo praguense
Las fachadas en general y los telefonillos en particular no es que pasen por su mejor momento...

Zapato
El monumento a los tacones es casi tan genial como el monumento a la pinza que hay en Esplugues. Lo mejor de todo es que en su interior estaba pintada la Venus de Botticelli. ¿Un homenaje encubierto a lo kitsch? ¿He dicho encubierto?

Namesky
Creo que tanto el zapato como esta curiosa escultura situada en la Namesty Republiky, eran parte de la Pragebiennale, un acontecimiento artístico de primera magnitud, aunque no pondría la mano en el fuego (sobre lo de si forman parte, no quiero restarle importancia a la Pragebiennale).

Correos de Praga
Esta es la única oficina de correos que encontramos, situada en la Plaza del Castillo. Para nuestra sorpresa, no está permitido entrar con pistolas. En la puerta lo indica, justo al lado de la señalización de prohibido usar el teléfono móvil. A lo mejor lo de la armería no es tan bizarro después de todo...

Cervezaza
Justo al lado del hotel estaba la fábrica de cerveza Staropramen, que enseguida nos cautivó. Staropramen es una marca consolidada que se anuncia de formas originales, en este caso, navegando por el río Moldava. Desde luego la cervezaza debía verse casi desde el espacio.

Pepsi
Los praguenses son más de Pepsi, como Anita.

Gran Hotel Europa
El Gran Hotel Europa fue galardonado con el oficioso título de 'the ugliest building in the Middle Europe'.

Moldava
Pero el atardecer sobre el Moldava es tan hermoso...

jueves, 2 de agosto de 2007

Cerrado por vacaciones

Llegó el verano y con él los calores y con él, las vacaciones. Así que el chiringuito permanecerá cerrado hasta nuevo aviso, pero mientras tanto, los eventuales lectores que aún permanezcan por aquí pueden recrearse con esta selección de canciones que hablan del periodo estival.

Martha & The Vandellas - Heat Wave

The Barracudas - Summer Fun

Radio Futura - Escuela de calor

K.D. lang - Summerfling

The Cure- Hot Hot Hot

Madonna - Holiday

Style Council - Long Hot Summer

Billy Idol - Hot In the City

Darker My Love - Summer Is Here


Bananarama - Cruel summer

The Zombies -Summertime

Objetivo Birmania - Desidia

The Go-Go's - Vacation

Anggun & DJ Cam - Summer in Paris

Y para terminar (aunque no sea demasiado veraniega)...

Vinicio Capossela - Si è spento il sole

Hasta mediados de agosto.

Actualización: de mi periplo por Centroeuropa me he traído en la maleta un jitazo veraniego que arrasa por allí y que es digno de figurar en un blog como este.
Se llaman Monrose pero podrían ser cualquier banda de chonis del extrarradio. La canción se llama 'Hot summer'. No espereis una letra muy profunda... Estooo, mejor me callo.