lunes, 23 de abril de 2007

Céline si Céline no

Como es el Día del Libro y para no perder la costumbre, hoy hablaremos de literatura.
Si hago un rápido repaso mental de los libros que más me han epatado en este último año de mi existencia, uno de los primeros puestos lo ocupa 'Viaje al fin de la noche', de Louis-Ferdinand Céline, ese escritor francés de la primera mitad del siglo XX también recordado por su fervoroso antisemitismo, lo cual no es una credencial muy atractiva para sumergirse en su obra. Al menos en esta su primera novela, dicha ideología no se deja notar. O, si lo hace, es de manera tan subrepticia que yo no me di cuenta.

Louis Ferdinand Céline

La verdad es que somos muy propensos a decir que nos entusiasma un escritor cuando solo hemos leído uno de sus libros. Por ejemplo, muchos lectores adoran a Nabokov, pero solo han leído 'Lolita' (recomiendo a todos ellos que se hagan con 'Ada y el ardor'). Con Céline me pasó algo así. Pensé que le adoraba, a pesar de que apenas acababa de introducirme en sus páginas. Es verdad que hay escritores que necesitan un único libro para ser recordados y admirados por las generaciones venideras. Por ejemplo: Rulfo, John Kennedy Toole, margaret Mitchell... Es probable que Céline entre en esta categoría, pues me da la impresión de que el resto de su obra entra en la categoría de olvidable. Mi segundo intento está resultando francamente descorazonador.
La novela de la que hablo es 'Muerte a crédito', que escribió a continuación de su obra más famosa. En ella sí se evidencia su antisemitismo, aunque velado por el desprecio a todos los seres humanos que transmiten sus palabras. La historia continúa en la estela de 'Viaje al fin de la noche' en cuanto a temática y estilística, narrando aquí la adolescencia del protagonista, un personaje (el mismo Céline, si atendemos a las coincidencias con su biografía) que ve el mundo como un agujero hediondo, un lugar donde no hay lugar para la belleza o la bondad. El reino de la mierda, vaya.
Pero a la vez que Céline intenta decirnos que no hay nada en la tierra que merezca la pena, el protagonista adopta a veces el tono patético de un incomprendido al que se ha condenado a un injusto destino sin merecerlo, al que sus progenitores acusan de los peores vicios cuando no es él el culpable, sino la sociedad, el medio, el sistema, las malas compañías y ese tipo de zarandajas a las que solemos acudir cuando queremos descargarnos de nuestro sentimiento de culpa.
Me parece que en este punto Céline malogra un tanto la narración, porque todos sus personajes son por norma deleznables, pero, al mismo tiempo, el protagonista debe darnos un poco de pena.
Tengo otro problema con la novela, mucho más grave. Me aburre soberanamente.
No sé exactamente por qué. Como 'Viaje al fin de la noche', es una sucesión de episodios a cada cual más sórdido, marcada por un humor cáustico y una prosa políticamente incorrecta.

Roberto Bolaño

Pero en la primera novela, detrás de lo llamativo del envoltorio, se adivinaba una historia e incluso una filosofía. Aquí me parece que no hay nada de eso.
Hace poco, leyendo 'Entre paréntesis', de Roberto Bolaño, intuí que al escritor chileno no le gustaba Céline. No lo decía abiertamente, pero en otro de los artículos del mismo libro pude descubrir la razón.
Bolaño habla de los escritores que se empeñan en poseer un estilo propio fácilmente reconocible, advirtiendo que el estilo puede ser un arma de doble filo. Y este es, a mi parecer, el fallo de Céline. Se ha esforzado en conseguir un estilo único e inimitable y lo ha conseguido. Pero piensa que para escribir solo tiene que recrearse en él: se olvida de que al mismo tiempo debe contar una historia distinta en cada novela. O al menos contar algo. Después de 300 páginas, por mucho que te guste su estilo, (parafraseando a Lluvia Pérez) acabas exhausto.
Estoy exhausto. No sé si podré acabar 'Muerte a crédito' y me temo que no le daré más oportunidades a Céline. Voy a ver si encuentro otro escritor al que admirar por tan solo una novela.

domingo, 22 de abril de 2007

Minutos musicales II: las 50 mejores versiones

Y continuamos con nuestro especial musical, en este caso seleccionando las 50 mejores versiones de todos los tiempos. Bueno, la frase anterior es un poco pretenciosa. Haced como si no la hubieseis leido. Únicamente son 50 versiones que me gustan más que las canciones originales o que, simplemente, me gustan mucho.
Los discos de versiones están bastante denostados gracias al auge de programas como 'Operación triunfo', en los que se fomenta que cualquier cantantucho pueda apropiarse de una canción ajena y destrozarla a conciencia. pero eso no es una versión. ESO ES UNA PUTA MIERDA. Las versiones son aquellas en las que un artista añade algo de su propia cosecha a la canción original, aunque no la mejores. Hay discos de versiones muy dignos y loables, y esta es mi humilde forma de reivindicarlos.
NOTA: No están ordenadas, eso hubiese sido demasiado complicado.

1.- Always On My Mind-Pet shop boys Original de Elvis Presley. Elvis no es santo de mi devoción, la verdad, y Tennant y Lowe, sí. Han hecho otras versiones fantabulosas, como la de Go West de los Village People.
All Along The Watchtower- The Jimi Hendrix Experience/ Lenny Kravitz & Eric Clapton Original de Bob Dylan. Una de las versiones más populares de la historia del pop. La de Kravitz y Clapton es una imitación de la de Hendrix, pero me gusta.
Wonderwall- Ryan Adams, Original de Oasis. Algunas canciones ganan mucho cuando las interpreta alguien que canta bien. No es que Noel Gallagher no me guste, pero canta fatal. Ryan Adams NO me gusta, pero el tipo aquí se luce, hay que reconocérselo.
Hanging On The Telephone- Blondie, Original de The Nerves. Parafraseando a Villaykorte, qué grande Blondie.
I’m So Excited- Le Tigre, Original de Pointer Sisters. Una de esas canciones petardas que jamás reconoceríamos que nos gustan hasta que las versiona un grupo cool. Ahora ya podemos escucharla sin tapujos.
Hazy Shade Of Winter- The Bangles, Original de Simon & Garfunkel. Simon & Garfunkel no son santo de mi devoción pero las Bangles sí, que le voy a hacer.
Too drunk to fuck- Nouvelle vague, Original de Dead Kennedys. La propuesta de Nouvelle vague (adaptar clásicos del indie de los 80 para el consumo masivo) no me acaba de convencer, pero esta versión es original y divertida.
Everybody knows- Rufus Wainwright, Original de Leonard Cohen. Nuff said.
Thinking of you- Paul Weller, Original de Sister Sledge. El antiguo líder de The Jam grabó un muy recomendable disco de versiones llamado 'Studio 150' en el que sobresalía esta adaptación de un olvidado tema del grupo de baile de finales de los 70, otorgándole la importancia que seguramente merecía desde un principio.



Let´s go to bed- Ivy, Original de The Cure. Ivy también grabaron un estupendo álbum de versiones, 'Guest room', en el que también se revisitaban clásicos de las Ronettes, Papas Fritas o Serge Gainsbourg.
Saint Etienne – Only Love Can Break Your Heart, Original de Neil Young. Y eso que ni siquiera estaba Sarah Cracknell en el grupo. También les gustan las versiones imposibles, como las incluidas en 'A Song For Eurotrash', donde adaptaban viejos éxitos eurovisivos como el 'La la la' de Massiel.
The needle and the damage done- Simple Minds, Original de Neil Young. La banda de Jim Kerr también se atrevió con las versiones en el disco 'Neon Lights', en el que había remozados clásicos de Patti Smith, Bowie o la Velvet Underground. La crítica destrozó el disco, pero a mí no me parece tan terrible.
Proud mary- Ike & Tina Turner, Original de Credence Clearwater Revival. Tina Turner es de esas intérpretes que lo ha cantado todo. En su época con Ike, cantó este tema como si fuese suyo. Ya en los 80, sus lamentos desgarrados fueron domesticados por el mainstream, pero aún hizo algunas versiones más que aceptables, como la de 'Let´s stay together', de Al Green, o la de 'Unfinished sympathy', de Massive Atack.
Almost blue- Alison Moyet, Original de Elvis Costello. Una pena que ya nadie le haga caso a Alison Moyet.
Inside and out- Feist, Original de Be-gees. Me encanta el original, pero Leslie Feist tiene una voz tan dulce y un gusto tan exquisito para los arreglos que su versión consigue ensombrecer el modelo del que parte.
Dyer Maker- Sheryl Crow, Original de Led Zeppelin. Led Zeppelin no son santo de mis devoción, y Sheryl Crow tampoco, pero me gusta esta canción.
One- Aimee Mann, Original de Harry Nilsson. Aimee le da un tono sombrío y triste a esta canción de ingenua letra. Aimee no ha grabado muchas versiones, aunque otra que me gusta mucho es la que hizo de 'Nobody does it better' que da título a la peli de James Bond.
All mine- Tom Jones & Neil Hannon, Original de Portishead. Tom Jones y Neil Hannon pueden cantar lo que sea, aunque Beth Gibbons es Beth Gibbons.
He cried- Shangri-La´s, Original de Jay & The Americans. La canción original se llamaba 'She cried'. Eso, que sea él el que llore
Feeling Good- Muse, Original de Nina Simone. En realidad, me gusta más la de Nina Simone, pero Matthew Bellamy se esfuerza todo lo que puede y consigue un resultado más que aceptable.
Don´t let me be misunderstood- Santa Esmeralda, Original de Nina Simone, aunque siempre pensé que la original era de The Animals. Pudimos rescatar esta bizarra revisitación gracias a las bandas sonoras de '54' y 'Kill Bill'. No sé cómo no fue antes un clásico.
Baby one more time- Travis, Original de Britney Spears. Parece de cachondeo pero no lo es. ¿O si?
The beat goes on- Britney Spears, Original de Sonny & Cher. Lo siento, tengo cierta debilidad por esta chica.
I put a spell on you- Nina Simone, Original de Screamin' Jay Hawkins. Nina Simone grabó versiones de decenas de clásicos. Para mí, esta es lo mejor de su repertorio.
What I like about you- Lillix, Original de The Romantics. Me gusta la candidez de las voces en oposición a esas guitarras tan duras, aunque suene un poco como Avril Lavigne.
Wuthering heights- Sweptaways, Original de Kate Bush. ¿Se puede mejorar una canción de Kate Bush? Pues sí, desnudándola y dejándola en un simple a capella.
Summertime- Janis Joplin, Original de George Gershwin, para 'Porgy & Bess'. Aunque me han dado ganas de incluir la de Scarlett Johansson, pero se me vería demasiado el plumero.
Stopp your sobbing- Pretenders, Original de The Kinks. Chrissie Hynde era una fan acérrima de Ray Davies y lo demostró con esta versión... Y enrollándose con él más tarde. Los Pretenders tienen otra gloriosa versión, la que hicieron de 'Thin line between love and hate', de Persuaders.
No mires a los ojos de la gente- Sole Giménez, Original de Golpes Bajos. La antigua vocalista de Presuntos Implicados canta muy bien. esta versión es quizá demasiado modernuqui, pero me gusta.
Daddy cool- Placebo, Original de Boney M. Otra de esas versiones imposibles, incluida en el disco extra de 'Sleeping with ghost' en el que Brian Molko se atrevía con clásicos de Kate Bush, The Smiths o Depeche Mode.
I want candy- Bow wow wow, Original de The Strangeloves. Todo por culpa de María Antonieta.
Take me to the river- Talking heads , Original de Al Green. David Byrne es un vocalista único. No es Al Green, pero pone mucho empeño en intentarlo.
Joy in repetition- Dayna Kurtz Original de Prince. Dayna Kurtz es una vocalista inclasificable. ¿Jazz? ¿Blues? ¿Soul? ¿Pop? Puede con todo, como demostró en 'Beatiful yesterday', en el que incluía versiones de Billy Holliday o Leonard Cohen.
Nothing Compares 2 u- Sinead Oconnor, Original de Prince. Es muy Kiss FM, lo sé, pero me sigue gustando igual.
What you waiting for- Franz Ferdinand, Original de Gwen Stefani. Alex Kapranos y sus chicos le dan categoría a un tema de lo más petardo.
There she goes- Sixpence none the ritcher, Original de The La´s. Leigh Nash tiene una voz muy dulce pero desaprovechada en baladas cursis. Seguramente, este es el mejor tema que grabará jamás.
Fell In Love With A Boy- Joss Stone, Original de The White Stripes. Joss Stone tenía tan solo 16 añitos cuando grabó este tema, pero de verdad te crees que se ha enamorado hasta las trancas. En 'The soul Sessions' había versiones de Aretha Franklin o Betty Wright, aunque esta era la más original y llamativa.
I just don’t know what to do with myself- White stripes, Original de Burt Bacharach. Qué voz de malo pone Jack White...
I say a little pray- Aretha Franklin, , Original de Dionne Warwick. La cantante favorita de Burt Bacharach era más bien sosita. La gran Aretha (otra de las que lo cantó todo) le hizo un favor a la canción y a todos nosotros.
Try some buy some- David Bowie, Original de George Harrison. Bowie ha grabado infinidad de versiones. Esta pertenece a su último disco, 'Reality', que espero se revalorice con el tiempo, porque es un gran álbum, a la altura de sus mejores clásicos. La versión más famosa del tema es la de Ronnie Spector.
Dancing in the streets- Mick Jagger & David Bowie, Original de Martha & The Vandellas. Solo por verles a los dos en el video merece la pena.
Please Mr. Postman- Beatles, Original de Marvelettes. Supongo que la versión de ellas es mejor, pero me chiflan esas armonias vocales y esas guitarras.
With a little help from my friends- Joe Cocker Original de The Beatles. Joe Cocker transformó el tema de 'Sgt Pepper' cantado por Ringo Starr en un himno de aire soul. Este artista británico también ha grabado muchas versiones, la mayoría indignas de alguien con su talento.
I´ll be around- Joan Osborne, Original de The Spinners. Joan Osborne grabó un interesante disco versionando clásicos del soul en el que también había temas de Marvin Gaye, Timmy Thomas o Aretha Franklin.
If I only had a brain- Flaming Lips, Original de 'El mago de Oz'. Los Flaming Lips están locos de atar. Solo a ellos se les ocurriría algo como esto.
Pile ou face- Emmanuelle Beart, Original de Corinne Charby. La versión originl es bastante lamentable. Emmanuelle Beart le da algún sentido (si es que las canciones deben tenerlo).
Laisse tomber les filles- Fabienne Delsol, Original de France Gall. La antigua vocalista de The Bristols hace suyo este viejo tema de Gainsbourg con más ritmo y el mismo encanto.
I heard trough a grapevine- Marvin Gaye, Original de Gladys Knight & The Pips. Casi nadie se acuerda del original. Una lástima, porque está muy bien. Aunque Marvin Gaye es Marvin Gaye.
Don´t smoke in bed- KD Lang, Original de Julie London. La estupenda KD Lang ha grabado dos discos de versiones, 'Drag' e 'Hymns Of The 49 Parallel', el primero con el humo como elemento conductor y el segundo como homenaje a varios cantautores canadienses. También me gustan mucho sus versiones de 'Tha air that i breathe', de The Hollies y 'Helpless', de neil Young.
It´s oh so quiet- Björk, Original de Betty Hutton. La islandesa más famosa (¿la única islandesa famosa?) ha grabado otras interesantes versiones de temas de los 50, como la del popular 'Cry me a river', de Julie London. Pero ese video...

Si alguien se ha quedado con ganas de más, he encontrado esta cueriosa página, Cover Vs. Original, en la que puedes votar por tu versión favorita.

sábado, 21 de abril de 2007

Odiamos tanto a Lobdell

Este fin de semana tocaba hablar de comics, ya que se celebra el tan traído y llevado Salón del Cómic de Barcelona, pero es que este año estoy muy perezoso y no leo muchos tebeos últimamente. Hasta he abandonado el coleccionable de los X Men. ¿La razón? Scott Lobdell.
Chris Claremont se marchó de los mutantes por la puerta de atrás, cuando le propuso a su editor, Bob Harras, una historia en la que Lobezno moría. El patriarca mutante tenía en mente una larguísima saga (de esas que le gustan tanto) en el que el personaje más popular de la franquicia moría a manos de su archienemiga Dama Mortal para ser resucitado más tarde por el clan ninja conocido como La Mano, que lo convertía en su asesino estrella. Entonces, el resto de los miembros de La Patrulla X se dedicaban a perseguirle por todo el mundo, intentando que volviese a sus cabales mientras se torturaban debido a sus múltiples culpas y complejos.
Pero la idea no cuajo, y el editor aprovechó para borrar del mapa al guionista inglés y otorgar más protagonismo a los dibujantes, Jim lee y Whilce Portaccio, los cuales habían batido records de ventas con sus números en EEUU.
¿Qué pasó? Que estos tipos dibujaban monigotes muy bonitos pero no sabían escribir. Así que el editor necesitaba un guionista. Lobdell tuvo mucha suerte: estaba en el sitio oportuno en el momento oportuno y, de la noche a la mañana, paso de ser un don nadie a escribir el cómic más vendido de la época.

Uncanny X Men 300

Pero había un problema mucho más gordo. Que Lodbell tampoco sabía escribir. Para colmo, Lee y Portaccio se marcharon a fundar su propia editorial y los mutantes, encima de mal escritos, ahora estaban también mal dibujados. Pero como la gente ya estaba enganchada al culebrón, nadie notó la diferencia.
Lo más extraño no es que Lobdell se hiciese con los guiones de la colección, sino que se mantuviese en ellos durante varios años, años en los que, al menos en cuanto a calidad, la franquicia se hundió lentamente (nunca se ha recuperado del todo). Lobdell no respetaba para nada la continuidad, sus situaciones eran vacuas y repetitivas, sus personajes eran estereotipos, sus diálogos pretendidamente graciosos eran patéticos y sus diálogos pretendidamente serios eran risibles. Los X Men se convirtieron en un melodrama barato, pobre imitación del Claremontiano, intercalado con unas aventuras cada vez más complicadas y absurdas (la terrible época de los crossovers entre varias colecciones, de sagas tan deleznables como 'Alianza Falange'), con villanos que iban y venían sin ningún sentido y tramas complicadas hasta la nausea que, en el mejor de los casos, nunca se resolvieron.

Uncanny x men 304

Encima teníamos que soportar a esa nueva generación de héroes hipermusculados y de enormes pistolas, como Cable o Bishop, que no tenían nada que ver con la idiosincrasia de los mutantes, en la que las chicas y sus comidas de coco eran las estrellas de la función. Ahora nadie se come el coco. Es hora de disparar primero y preguntar después.
Al menos, cuando John Romita Jr. se incorporó a los lápices de la colección, ésta mejoró un poco, pero solo un poco. Aunque como los monigotes volvieron a ser bonitos, la gente no se quejó demasiado. Yo me quejé silenciosamente, dejando la colección, la cual no volví a comprar hasta que Alan Davis se hizo con ella.
Lo único medio bueno que hizo Lobdell fue crear a Generación X, una colección interesante, aunque me temo que se debía más a los espectaculares dibujos de Chris Bachalo que a su buen hacer, en este caso de nuevo un melodrama barato, pero protagonizado por adolescentes.
Gracias al cielo, los editores le dieron la patada a Lobdell (que creo que se ha pasado al cine), aunque volvería un par de años más tarde en una saga en la que aún le dio tiempo a matar gratuitamente al pobre Coloso. Esperemos que a nadie se le ocurra llamarlo de nuevo. Tampoco pienso picar esta vez.

domingo, 15 de abril de 2007

Minutos musicales I: El Conciertazo

La encantadora Cayetana Altovoltaje nos ha pasado un meme musical. No es el primero que nos encasqueta (y esperemos que tampoco el último) y, para no perder la costumbre, procedemos a realizarlo. Se trata de elegir a los diez solistas o grupos que te gustaría ver actuar en directo. Intentaré atenerme a sus reglas (es decir, citar únicamente a artistas vivos y más o menos en activo y razonar mis elecciones convenientemente), y así deberán hacerlo aquellos a los que se lo pase (!no leáis el final todavía¡).
Y los 10 elegidos son...

1.- La nunca bien ponderada Aimee Mann, que no sé si habrá estado alguna vez en España pero yo no me he enterado. He leído algunas críticas en el internes y dicen que es más bien sosita encima del escenario, pero a mí me da igual: sentada al piano (o a la guitarra) cantando 'Deathly' y después, ya me puedo morir tranquilo.

2.- Rufus Wainwright. Qué grande es Rufus. Por favor, si alguien no ha escuchado aun su versión de 'Everybody knows', de Leonard Cohen, que se la compre, que la robe, que se la pida a un amigo, que se la baje de la mula (no, eso no que es delito). Sólo por esa canción ya sé que su voz en directo me pondría los pelos como escarpias.



3.- David Bowie, porque es el mejor y, encima, a pesar de que los 60 ya no los cumple, sigue teniendo una voz portentosa. Y porque encima, sus últimos discos vuelven a molar. ¿Se le puede pedir más a alguien que debutó en 1969?

4.- Blondie. Técnicamente no estoy haciendo trampa, sacaron un disco en esta década, ¿no? Claro, que lo que hubiera molado es ver a Debbie Harry revolcarse por el escenario en 1979, en la época del 'One way or another'. Madonna, muérete de envidia, jamás le llegarás a la Harry a la suela del zapato.

5.- Ivy. Me los perdí cuando vinieron a Madrid a telonear a Cake y espero que vuelvan. Me gusta mucho su versión en directo de L´anamour, de Gainsbourg. Me los imagino abriendo la actuación 'Thinking of you', temazo ideal para caldear el ambiente. ¿Volverán?

6.- Franz Ferdinand. También me los he perdido la decena de veces que deben haber venido por aquí (es que yo soy más de los de música enlatada, la verdad) pero espero ponerle remedio pronto. Me encanta la voz de Alex Kapranos, como la de un David Byrne malvado (no sé dónde he leído esta definición y me gusta mucho), me gustaría comprobar como la maneja en directo. Además, Anita dice que nos damos un aire. ¿Será mi doble malvado?

7.- Portishead. Si es que se deciden a volver algún día. El album que se supone están grabando debe tener ya como 200 canciones... A lo que íbamos, cualquier persona que haya escuchado 'Roseland NYC Live' querría verlos en directo. Qué jitazos 'All mine' y 'Glory box' y 'Strangers' y 'Cowboy' y...

8.- Fiona Apple. Tampoco sé si ha venido alguna vez a España, no he sido un fan acérrimo hasta su último disco, del que ya he hablado aquí varias veces. La voz de esta chica es una de esas que nunca me canso de escuchar, tiene una cualidad adictiva, como la de Nina Simone o Morrisey. Es capaz de expresar a la vez una inmensa dulzura y una furia asesina. Y esos ojazos, si me mirasen aunque fuese de refilón, creo que me desmayaría...

9.- Björk. Otra a la que me he perdido unas cuantas veces, a pesar de haber hecho planes para ir a verla inclusive fuera de Madrid. Últimamente tengo sus discos un poco abandonados, lo admito, en favor de los de Fiona, pero ahora que anuncia su regreso, a ver si se anima a volver por aquí y la contemplo por fin dar sus grititos (y puede que incluso sus saltitos, aunque está ya un poco mayor, la pobre).

10.- Y último, pero no menos importante, Elvis Costello, otro viejuno (o veterano, para ser políticamente correcto) con mucha clase. Me da igual lo que cante, si sus hits nuevaoleros, si sus hits noventeros (una parte de su discografía a reivindicar), si sus baladas burtbacharianas, si sus incursiones en el jazz o el blues. El hombre que más y mejor ha llevado gafas de pasta es taaan genial que hay que ir a verlo, al menos, una vez en la vida.

Y con esto y un bizcocho, se lo paso a Pikonasso (que sé que te gusta, pillín), a Androide paranoide (a ver si actualiza) y a Isabel, de E-bow the letter (lo he echado a suertes y te ha tocado pringar, así que...).

miércoles, 11 de abril de 2007

'La ciencia del sueño' o Trabajos manuales

En la ya mítica quedada interbloguera, el nunca bien ponderado Palomares me recomendó encarecidamente 'Olvídate de mi', también conocida por estos lares y por otros como 'Eternal Sunshine of the Spotless Mind' (o como convertir un título precioso en el reclamo para un telefilm).
Todos los cinéfilos tenemos muchos prejuicios, aunque presumamos de mente abierta y de otros conceptos igual de manidos: a unos no les interesa el cine iraní, a otros el francés les parece un coñazo y otra buena parte no se sentaría a ver una peli de acción americana ni harto de ansiolíticos.
Uno de los prejuicios más extendidos es el que se mantiene contra los directores de videoclips que se pasan a la pantalla grande. Antes de que los videoclips dominasen el mundo, esto no ocurría, obviamente porque no existían los directores de videoclips. Pero, desde mediados de los 80, el reinado de la MTV ha entregado al mundo un número cada vez más nutrido de geniecillos de medio pelo que piensan que perpetrar un corto musical de cuatro minutos escasos viene a ser igual de sencillo que rodar un largometraje de hora y media. Y que conste que no tengo prejuicios contra los directores de videoclips.
Los prejuicios son malos porque hacen que volvamos la cabeza para otro lado cuando quizá haya algo interesante en lo que despreciamos olímpicamente.
A los directores de videoclips se les suele acusar de adaptar las mismas técnicas que usan para sus trabajos menores cuando se pasan al cine. O sea: ritmo trepidante, imágenes epatantes vacías de sentido, abuso de la música, excesivas pretensiones, etc, etc. Y es cierto que muchos cometen estos defectos. Entre ellos, por ejemplo, Jonas Akerlund, McG o Antoine Fuqua.
Pero de la quema podemos rescatar algunos nombres (no muchos, es cierto) que han demostrado que saben que los videoclips y el cine son dos mundos aparte, regidos por distintas leyes.
Entre ellos, el más aventajado es Michel Gondry. Este francés adquirió notoriedad ilustrando canciones de Björk o los White Stripes, sin hacerle ascos al mainstream (hizo lo propio para Kylie Minogue o Sheryl Crow).


Aquí le tenemos dirigiendo un video de Björk (curiosamente, el verdadero videoclip de esa canción no lo firmó él, sino el fotógrafo Jean-Baptiste Mondino)

Pero su interesante curriculum no garantizaba que su salto a las ligas superiores fuese sobre seguro. De hecho, su primer trabajo, 'Human nature', pasó sin pena ni gloria por los cines de todo el mundo, a pesar de contar con un guión de Charlie Kaufman, artífice de historias tan originales como las de 'Como ser John Malkovich' y 'El ladrón de orquídeas' (ambas dirigidas por otro videoclipero, Spike Jonze).
Pero con 'Olvídate de mí' ya se hizo notar algo más y, aunque la cinta fue un fracaso en taquilla (al menos en EEUU), ganó el Oscar al mejor guión (lo cual tampoco es que garantice su calidad, pero...)
Y, como a la tercera va la vencida, yo he tenido que esperar a 'La ciencia del sueño' para ver mi primera película de Gondry y he de reconocer que no ha sido exactamente lo que me esperaba.
'La ciencia del sueño' narra la historia de Stephane, un joven de origen francés que regresa a su país desde México tras la muerte de su padre. Hasta ahí, todo normal. Lo único raro es que el susodicho joven padece un extraño trastorno que le impide diferenciar el sueño de la vigilia. Ah, y que quiere ser diseñador de calendarios (qué casualidad que salga otra vez el tema).
A Gondry le gustan mucho las maquetas, los juguetes, los muñecos, la plastilina, el papel charol, los legos y demás manualidades, lo que queda suficientemente demostrado en sus videos, llenos de estos objetos. En esta película, todas las secuencias oníricas explotan este hecho y son un despliegue de cachivaches naive justificados por la secuencia inicial de la película, que aquí dejo.



El resto de la historia es tan endeble como el límite que separa la noche del día: el típico "chico conoce chica y chica no le hace ni caso".
Atención, no es que 'La ciencia del sueño' sea una mala película. Tampoco es un videoclip, la música se utiliza mesuradamente y el tempo es sosegado. Pero los personajes y situaciones son un tanto esquemáticos. Quizá Gondry se haya resentido sin la ayuda de Kaufman. Aun así, tiene muchas cosas buenas: la extraña pareja formada por Gael García Bernal y Charlotte Gainsbourg (excelentes ambos), los compañeros de trabajo lesbianos del protagonista, la secuencia en la que Alain Chabat arroja una televisión al Canal Saint Martin o la máquina para manipular el tiempo. Pero, cuando termina, produce la sensación de no ser más que una excusa de Gondry para exhibir de nuevo las habilidades manuales que le han hecho famoso. Aunque utilizar los recursos que ofrece el cinematógrafo para construir mundos de ensueño no es nada despreciable. Al contrario, ese era el objetivo primigenio del cine: hacernos soñar despiertos... O dormidos.

lunes, 9 de abril de 2007

Let´s get out of this country

No quiero marcharme pero es muy probable que tenga que hacerlo. Vivir en el centro de Madrid no es tarea fácil en estos días. No es que la ciudad se haya convertido en un lugar inhabitable, todo lo contrario. Pero, tal y como están las cosas, si uno desea poseer un hogar, el centro de Madrid es la opción menos indicada para intentarlo. Tarde o temprano, partiré hacia los suburbios, esos lugares a los que solo se llega con el abono B1. Me siento como si fuese a tomar parte en un éxodo invisible y silencioso en el que nadie parece haber reparado todavía. Aunque algo en aire (un sentimiento roto, qué diría Leonard Cohen) ha hecho saltar hace tiempo una alarma, inaudible todavía, cuyo estrépito irá creciendo hasta hacernos ensordecer a todos. Y no me parece que dormir en la calle vaya a impedirlo.

Puerta de Toledo

No es que sea pesimista. Bueno, la verdad es que lo soy. Pero, para intentar combatirme, cada noche me acuesto y repito varias veces "la burbuja inmobiliaria va a reventar". Cuando lo has repetido 100 veces, además de un efecto somnífero mucho más acusado que contar ovejitas, te lo acabas creyendo. Un poco al menos.
Al día siguiente, ya bien despierto, le repites tu teoría con algún compañero de trabajo. Él contraataca diciendo que eso está muy bien pero que se acaba de comprar un piso en Leganés. O en Parla. O en Sanchinarro (eso es prácticamente el centro, este mes va a llegar el metro hasta allí). Y yo pienso que no quiero vivir en alguno de esos sitios, aunque no puedo ponerles ninguna pega. Sólo que no son el centro. Pero no le digo nada a mi compañero , solo le felicito efusivamente como si acabase de tener un hijo o de ganar el Euromillón. Después le miro con una mezcla de envidia y terror y él hace como que no se da cuenta.
No entiendo cual es la misteriosa y adictiva cualidad que posee el casco histórico de la Madrid que lo hace tan atractivo para mí. No es comodidad, pues el trabajo lo tengo bastante lejos de casa. Aunque puedo ir andando al cine. Y no es que Madrid me parezca la ciudad más bonita del mundo, sí una de las 3 más bonitas, pero, claro, es que he salido muy poco de aquí, de hecho, prácticamente nada. Quizá sea una especie de fascinación mezclada con costumbre. O quizá sea únicamente un encabezonamiento tonto, propio de alguien muy inmaduro. Total, mientras haya un Mercadona cerca, qué más da donde vivas.
Pero no puedo apartar de mí la sensación de que intentan echarme de un lugar que, en parte, me pertenece, aunque sea por haberme pateado sus calles cientos y cientos de veces, aunque sea porque, a fuerza de mirarlo, pueda conservarlo intacto detrás de mis ojos. Es como el vértigo, la ciudad me atrae y me repele al mismo tiempo. Quizá sea mi imaginación y no haya nada especial en este lugar. Quizá pueda consolarme con manidas frases del estilo de "acaba una etapa y empieza otra". Quizá alguien haga algo, aunque, si lo hace, no será en beneficio de la clase media baja, de eso podemos estar seguros. Quizá simplemente sea mejor escapar mientras podamos hacerlo.

Nota: tomo prestado el título a la canción que da título al último (y estupendástico) disco de Camera Obscura.

jueves, 5 de abril de 2007

La degradacion humana

Pensábamos que no habíamos llegado al punto más alto de la degeneración humana en televisión pero NO ES CIERTO. A veces el cerebro olvida cosas desagradables, dolorosas o simplemente insignificantes como la bonita historia de Marujita Díaz y José Manuel Parada en el Barco del Amooooooooorrrrr. (Lo siento Luisru)
¿Os acordáis de esa bonita secuencia veraniega en la que ambos se muestran un gran aprecio? Recordemos entonces (si no eres mayor de 18 años no sigas leyendo, más que nada por tu salud mental):

1. En la primera parte de este maravilloso documento aparecen las dos perlitas de este video jugueteando cerveza en ristre. !Ay, que te cojo por aquí!... ¡Ay, que te cojo por allá! en la cubierta navegando a toda velocidad por el Mediterráneo. Supongo más o menos por la zona de Benidorm porque no me imagino tal cutrerío en otro sitio... Música de fondo: "me duele el corazón de quererte tanto, me duele el corazón de quererte tantooooo". En ese momento Marujita logra que Mr.P se quite los pantalones y enseñe un estupendo fardahuevos azul a juego con una camisa de colores imposibles. Como diría Jose, todo un Terrorista Estético vamos...

2. Marujita enseña las Lolas. No puedo añadir nada más. La visión me espeluzna.

3. Marujita devora un extraño animal que acaba de cazar Mr.P después de darle un susto con su no-vestimenta. Ella lo remata metiéndoselo en la boca mostrándolo como un trofeo. Como amar es compartir empieza a hablar y a salpicar con el animal muerto repartiéndolo con sus compañeros.

4. La bacanal romana. Mr.P con sábana y Marujita con el trapazo ese que lleva empiezan a compartir champán y a derramárselo por encima de sus turgentes cuerpos. Aprende erotismo Nacho Vidal...

5. ¿Os acordáis de las bonitas estatuas o como se llamen que presidían los barcos de las pelis de piratas? Pues así es Marujita con una Margarita al aire, las gafas último modelo de Victoria Beckham y sombrero adquirido en un balneario para la tercera edad. Repito: a Maruja se le ve un pecho.

6. Supongo que en este momento tendréis los pelos como escarpias o tal vez os habéis tirado al suelo para haceros los muertos pero el show debe continuar. Y así lo piensan Mr.P y Maruja porque ¿os acordáis de Cenicienta? Parada hace de príncipe y decide poner a Maruja una sandalia de corte imperio a juego con el trapazo de su vestido... Ella sube el pie para que él llegue mejor y entonces.... vemos lo que nunca hubiésemos querido ver: el conejito juguetón de Maruja y entendemos en este preciso momento por qué los dinosaurios como ella se extinguieron... por asquerosos!!!

martes, 3 de abril de 2007

Alerta cobra. Recibido

La Semana santa no sólo sirve para ir a procesiones, también para que me quiten de Cuatro la estupenda serie antisangrienta "Alerta Cobra", de lunes a viernes a eso de las 10:15 de la mañana. Y vosotros me diréis que qué coño hago yo en mi casa a esas horas viendo la tele, y yo os contesto: ¡¡¡pues que sigo de baja, hombre!!! Más o menos la serie se dedica a contar qué es lo que hacen los policías de la brigada de carreteras en Alemania. Y yo pensaba que la policía de carreteras se dedicaba a las multas por velocidad y a asistir a las personas que tenían accidentes, como por ejemplo hace la eficiente guardia civil española. Yo me los imaginaba muy serios y muy cabreados siempre... Pero nada más lejos de la realidad, porque básicamente sus labores diarias incluyen explotar coches sin parar y disparar a diferentes personas causándoles heridas de diversa consideración, eso sí, de las que nunca sale ni una gota de sangre. Lo que vulgarmente llamaríamos perseguir malosos.


Mola o no mola?

y las Los malos son muy pero que muy malos, es decir, que hay uno calvo y uno muy grande y muy tonto. Los protagonistas principales son dos: Semir (bajito, medio calvo o por lo menos parece escaso de pelo, fibroso y, por supuesto, además de listo, impulsivo) y otro que, siguiendo los cánones de la serie antisangrienta, debe ser más grande pero no tan hábil como el compañero chiquitín. Este otro ahora mismo se llama Andre (creo que es el tercer compañero de Semir, el anterior se llamaba Tom). Es un cachitas, para mi gusto, un poquito grimoso que me recuerda a los antiguos forzudosdel circo pero, vamos, con un fondo super super bueno y que siempre está mascando chicle. Cada vez que le veo con la goma de mascar en la boca me acuerdo de McGiver y las virguerías que podría hacer en esta serie...

Y venga persecuciones, y venga explosiones, y venga secuestros, y venga granadas que explotan en los autobuses pero que no matan a nadie, y venga a pensar que los criminales son buenos y que si han hecho algo malo malo es porque están traumatizados por algo que les ocurrió en su infancia y por eso necesitan mostrar su ira contra el mundo con explosiones de coches, autobuses, camiones, tranvías, trenes y aviones, además de puentes, fábricas, setos, apartamentos ...

alerta_cobra
Yo quiero ser como ellos!!!

Lo que no entiendo es por qué en el departamento de la Brigada de Carretera los únicos que no llevan uniforme son Semir y su compañero. Bueno, y la secretaria de la jefa y la jefa (pero para algo se es jefe, ¿no?). El resto viste un uniforme bastante ridículo. Hay que destacar dos polis. Un muy pero que muy alto y con pinta de tonto, o por lo menos de no ser muy listo, y el otro, el típico viejuno come donuts o como se llamen en Alemania.

Así que no tengo nada más que decir... Bueno sí, ¡que se termine la Semana Santa para que vuelva Alerta Cobra!

domingo, 1 de abril de 2007

El calendario perfecto

Un gran sabio dijo una vez que, desde que se separaron Martes y 13, ya no es necesario cambiar de año. Aun así, la peña se empeña en imprimir calendarios y calendarios con el nuevo año, como si el 2007 no fuese igual que los anteriores, como si no leyésemos siempre las mismas noticias en los periódicos, como si no viésemos siempre las mismas películas, como si voltear las páginas del nuevo calendario pudiese llegar a significar que las cosas cambian.
Ah, pero si rebuscamos en la realidad que nos rodea aún podemos encontrar motivos pra cambiar de año. El otro día me topé con una: el portafolio anual de la revista Vanity Fair dedicado a Hollywood, a cargo de la fotógrafa Annie Leibovitz.
Cada marzo (coincidiendo más o menos con la entrega de los Oscar) esta publicación reúne a algunos de los actores en alza del cine norteamericano y realiza un reportaje fotográfico en el que intenta sacar lo mejor de cada uno (con algunos lo tiene difícil).
Pero este año la gran Leibovitz se ha superado a si misma. En vez del típico posado elegante o sexy, ha decidido vestir de época a los intérpretes y obligarles a intervenir en un homenaje a los clásicos del cine negro titulado 'Killers kill, dead men die', un historia de violencia y bajas pasiones en la que cada uno encarna a un prototipo del género. Por ejemplo, Julianne Moore es La Mujer Misteriosa, Pedro Almodovar (el único director del casting) es El Dueño del Club o Jennifer Conelly es La Confidente.
No sé a vosotros, pero a mí encanta el cine negro norteamericano: adoro 'Forajidos', 'Perversidad', 'Perdición' o 'Laura'. Y, que le vamos a hacer, también me gustan los actores americanos (no todos pero sí la mayoría de los que aparecen en este reportaje), idolatro a Ed Norton, a Naomi Watts, al Gran Jack, a Kate Winslet, a Tobey Maguire o a Kirsten Dunst, por eso estos retratos me parecen superlativos.

Vanity Fair 12

Vanity Fair 14

Vanity Fair 11

Vanity Fair 8

Vanity Fair 5

Vanity Fair 4

Vanity Fair 2

He encontrado un nuevo motivo para cambiar el calendario el año que viene. En esta ocasión, cada mes del año corresponderá a una de las fotos de la Leibovitz. No es que así consiga que el 2008 sea diferente al resto, pero al menos desearé cambiar de mes para contemplar durante 30 días una de estas imágenes.
Quizá alguien todavía cree que los calendarios sirven para llevar la cuenta del tiempo que pasa o falta, pero solamente sirven para que contemplemos las fotos. Este calendario apoyaría mi teoría de que el tiempo es un artefacto inútil: estamos en 2007 pero podemos estar al mismo tiempo en los años 40. Sólo hace falta dejarse llevar.

Nota: el resto de las fotos, aquí.