martes, 31 de enero de 2006

Mañana será otro día

Cuando he leído la lista de los nominados a los Oscar, algo ha llamado poderosamente mi atención, aunque no he sabido precisar qué. Pero cuando he repasado la lista de candidatas a mejor actriz de reparto lo he descubierto: se han olvidado de Scarlett Johansson. Supongo que la mayoría de la humanidad no la echará de menos, pero yo creo que, a pesar de esos labios y pechos siliconados, estamos ante una gran intéprete que el tiempo se encargará de poner en el lugar que le corresponde. Seguramente me equivoco. Dicen que sus padres le pusieron a la actriz el nombre de Scarlett por la protagonista de "Lo que el viento se llevó". La filosofía de la temperamental Escarlata O´hara queda resumida en la frase final de la mítica película: "después de todo mañana será otro día". Total, que más da, si la estatuilla esa no sirve más que para rascarse la espalda. Cómo he ganado varias puedo dar fe.
Del resto de las nominaciones, que cada año me resultan menos interesantes, se han cumplido las expectativas: los vaqueros gays son los que más tienen, por lo que es casi seguro que "Brockeback Mountain" será proclamada mejor película (esta regla se rompe en contadas ocasiones, como el año pasado); William Hurt se ha impuesto a Ed Harris, su compañero de reparto en "Una historia de violencia" y que partía como favorito; han nominado sólo tres canciones, algo que ya ocurrió en 1988; la Academia sigue empeñada en nominar (y premiar) a actrices mediocres, en este caso Keira Knightley y Charlize Theron (encima reincidentes); y cintas estupendas (mucho mejores que algunas de las nominadas a mejor película) obtienen una presencia meramente testimonial: "Batman Begins", "Charlie y la Fábrica de Chocolate", "King Kong"... (Me gustó "King Kong", que pasa).
Lo dicho, el 5 de marzo, fecha de la gala, ni nos acordaremos de las nominaciones pues definitivamente mañana... será otro día.

lunes, 30 de enero de 2006

Y una porra

Debí haberme negado. Pero a estas cosas uno siempre acaba accediendo. No ya por el dinero, sino por la efímera gloria en los días subsiguientes, en los que puedes mirar al resto de tus compañeros de trabajo por encima del hombro, pensando para tus adentros "sé más que vosotros" o "he tenido más suerte" o simplemente "jajaja". El egotismo siempre juega malas pasadas y a mí me ha costado dos euros (que son casi 350 pelas, ahí es nada). No debí hacerlo. No debí apostar en la porra de los Goya sin haber visto una sola película de las nominadas. Incluso aunque las hubiese visto todas. Pero lo hice. Debo haber acertado en dos categorías, como mucho.
Los Goya siempre son un coñazo, tanto los premios como la gala, pero eso es una obviedad tanto para los integristas como para los que sólo sentimos indiferencia ante nuestro cine. Antes no me pasaba tanto, pues en la Facultad intentan vendernos que no está tan mal, aunque a la vez nos dicen que se ruedas películas horrorosas sólo para aprovecharse de las subvenciones del estado, un lucrativo negocio para los productores, que se quedan con parte del presupuesto a base de inflarlo.
Y los nominados de esta edición son... siempre los mismos. Cuando alguien tiene éxito con una película enseguida le convierten en reincidente. ¿Cuantos premios han ganado en los últimos 10 años Javier Bardem, Candela Peña, Amenabar? Y siguen ganando, y venga a ganar, como si no hubiese más actores ni directores en este país. Lo que mola es que, después de tanto cine español, tanto cine español, al final premian una pelicula en inglés. Isabel Coixet me cae bien (aunque padezca un gafapastismo galopante), pero me da la impresión de que han premiado la menos mala de las cuatro. A pesar de que fue "la gran triunfadora de la noche (tampoco fue para tanto)" confesó que la ceremonia se le hizo tan larga que a la altura del Goya a la mejor película estaba aguantandose las ganas de hacer pis. Que poco glamour. Imagínate a Nicole Kidman diciendo que se hace pis en medio de los Oscar. Lo mejor (por decir algo) fue cuando salieron Veronica Forqué y Juan Luis Galiardo a presentar no-se-qué premio y dijó la Forque "uy, el sobre es negro" y replicó el, "si, como nuestro cine". No sé si el chiste estaba preparado (supongo que si) pero la actriz se sonrió sólo muy levemente. A lo mejor no lo entendió o pensó en las pelis de Bogart y Bacall.
Apenas enfriados los recoldos de tamaño acontecimiento, mis compañeros ya piensan en los Oscar, y me han preguntado, con cierto retintín, si quiero participar en las apuestas. Y una porra.

viernes, 27 de enero de 2006

The sound of music

Existen dos clases de personas. Los que ponen la música alta y los que no. Todos hemos padecido a un vecino que pone la cadena a todo trapo (si perteneces al segundo grupo). Pero esta categoría a la vez puede subdividirse en aquellos que te torturan siempre con la misma música y los que están atentos a las últimas tendencias. Recientemente se han conocido cuales han sido los discos más vendidos en nuestro país en 2005. Ahora ya no venden el Bolero Mix, el Máquina total y esos bakalismos que nos enkandilaron a principios de los noventa. Ahora se lleva la música latina. O algo así. En primer lugar, Amaral. Vale, me gusta Amaral, que pasa. Nunca más podré hacerme pasar por un gafapasta. El resto es desconcertante. ¿Por qué no hay ningún disco extranjero? Parece un poco sospechoso, ¿la inefable Merche ha vendido más que Madonna o U2? Parece un poco raro. Rosana.. ¿No se había muerto y/o retirado? ¿El disco de Bebe no es de 2004? Escuchar una canción suya hace que los minutos parezcan meses. No tengo ni pajolera idea de qué o quien es Batuka, está claro que no estoy en la onda (me suena a rescoldo del bakalismo). No entiendo como Luis Miguel saca todos los años album de grandes éxitos y vende un huevo, ¿la gente no se lo ha comprado ya? Y Tamara, ¿es la buena o la mala? Ah, no, ahora la buena se llama Yurena...
Y lo peor de todo, en la página de la SGAE informan de los puestos siguientes: Sergio Dalma, El Arrebato, Malú... Mejor no publicarla entera.
Moraleja: si tienes un vecino que escucha a todo volumen, por ejemplo, la banda sonora de "Sonrisas y lágrimas", salúdale efusivamente cuando te lo encuentres en la escalera. Si es de los modernos, te compadezco.

miércoles, 25 de enero de 2006

Minimalismo existencialista


No te acostarás sin saber una cosa más, es otra de mis máximas. El otro día aprendí lo que es la lomografía. Fotero, quien me descubrió tamaño invento, lo definio como "minimalismo existencialista". Al principio me sonó a hacerle una radiografía a un filete de lomo o algo así. Pero no. Se trata de una especie de secta fotográfica que iniciaron dos estudiantes austriacos que viajaron a Praga a principios de los 90 cuando, en un viaje a Praga, encontraron en el Rastro local unas minicámaras de fabricación rusa llamadas LOMO (Leningradskoye Optiko-Mekhanicheskoye Obyedinenye quiere decir, imagínate escrito en ruso). Con estos aparatejos se dedicaron a hacer fotos sin parar a todo lo que veían, sin esperar a posados ni nada, un poco a traición. Los dos flipados sirvieron de ejemplo a muchos flipados más que no nada tenían nada mejor que hacer y que también se dedicaron a hacer fotos sin parar y sin esperar a posados, un poco a traición. Y así paso el tiempo y las minicámaras (que ya no se fabricaban) volvieron a comercializarse y en muchos países del mundo se fundaron las lomoembajadas, para dar cabida a tanto chiflado, perdon, artista. Lo que yo me pregunto es si ahora, con tanto teléfono movil los lomógrafos sufrirán mucho intrusismo profesional. Con tanto adelanto todo el mundo puede hacer fotos sin parar sin esperar a posados, un poco a traición. En las lomoembajadas deben estar desconsolados (o estarán pensando en ampliar sus instalaciones). Es como si cualquiera se pudiese poner a escribir un blog y no, no puede ser, un blog es una cosa seria, cualquier inutil no puede tener uno... O si. A lo mejor los blogs son un concepto tan vacuo como el minimalismo existencialista.

martes, 24 de enero de 2006

En ocasiones veo fistros

!!Por la gloria de mi madre¡¡ Una votación para elegir la peor película española de todos los tiempos y no he podido votar. Uno lee decenas de páginas y al final no se entera de lo más importante. La verdad es que desde que me desenganché de Boyero apenas visito "El mundo". Sus blogs son un rollo: Gándara es un plasta con pretensiones; con Albéniz y Prego ni siquiera lo he intentado y la mayoría de los comentarios de Borja Hermoso son poco interesantes, pues sus opiniones son demasiado parecidas a las del resto de críticos cinematográficos de este país (aunque éste tiene una mala leche más divertida que, por ejemplo, Gasset-Dubois). A lo que iba, el Sr. Hermoso organizó un concursito para elegir la peor cinta de nuestro cine. Reconozco que no es mi punto fuerte, pero desde luego hay donde elegir, y no solamente entre los esperpentos de Paco Martínez Soria o Marisol. El cine serio tampoco se escapa (para muestra un botón: la insufrible "Hable con ella").
Después de una intensa reflexión, decido que el peor producto patrio que he tenido la desgracia de ver ha sido "Aquí llega Condemor (el pecador de la pradera)". Y eso que me parto con Chiquito de la Calzada. Pero esta peli no tiene ni puñetera gracia. Y es que, si ya tarda el peaso de fistro en contar un chiste y la gente se va aburriendo progresivamente, oyéndose algunos sonoros ronquidos antes del apoteósico final, imagínate lo mismo pero durante hora y media. Así que, para todos aquellos que lean esto, una advertencia: NO te la bajes del emule, NO la compres ni alquiles, si intentan regalártela NO la aceptes y si ya la has aceptado NO la veas. El que avisa no es traidor.

lunes, 23 de enero de 2006

El síndrome Pietro Maximoff

Otra de extraños paralelismos. Uno de mis comics favoritos es ese número de Factor X (otro de los grupos derivados de la Patrulla idem) en el que sus miembros visitan al psicólogo. No hay villanos, no hay batallas, no hay acción, pero aun así es uno de los mejores tebeos de superhéroes que he leído. El supervelocista Mercurio, el típico personaje chuleta que se cree mejor que los demás, revela que su actitud despectiva con respecto a sus compañeros de equipo se debe al "síndrome Pietro Maximoff "(nombre verdadero del interfecto). El psicólogo le pregunta: - ¿En que consiste este síndrome?
- ¿Ha estado alguna vez en un cajero automático detrás de alguien que no sabe manejar cajeros?- responde Pietro
- ....Si
- ¿Y delante de un dependiente de Burger king que no entiende lo de "Whopper, sin pepinillos"
- Si, supongo...
- Pues piense que toda su vida ha estado detrás de gente que no sabe manejar cajeros. Seguro que usted también padecería el "síndrome Pietro Maximoff".
Impactante. Un sujeto muy amigables, este Mercurio. Me acordé del tebeo en cuestión porque Anita acaba de leer "La conjura de los necios", uno de esos libros a los que hay que volver de vez en cuando. Su protagonista, Ignatius Reilly, también parece padecer este extraño trastorno, lo que queda claro en sus palabras: "sólo me relaciono con mis iguales, pero como no tengo iguales no me relaciono con nadie". Queda claro que la socialización no es su fuerte. El problema de ambos personajes es que, cuando miran a alguien por encima del hombro piensan que la culpa es de los demás, por no estar a su altura. Hay un trasfondo aterrador en esta enfermedad, y es que todos podemos contagiarnos en un momento u otro, pues el síndrome de Pietro Maximoff está mucho más extendido que la gripe aviaria, el anisakis, las vacas locas y todas esas chorradas. Porque, ¿quien no ha estado detrás de algún inútil que no sabía manejar un cajero? Los bancos deberían advertir de los peligros que encierran los vestíbulos de sus oficinas. Quien tenga el antídoto que avise.

domingo, 22 de enero de 2006

Reconstrucción de los hechos

A veces me hago preguntas absurdas. Por ejemplo, el otro día vi una peli francesa, "Sin techo ni ley", de Agnès Varda. Comienza con el descubrimiento del cadaver de una joven en una zanja y, a partir de ahí, alguien intenta reconstruir las últimas semanas de vida de esta desconocida a través de las personas con las que se cruzó en sus días finales. Desde el principio pensé si Roberto Bolaño habría visto alguna vez esta cinta. Quizá le sirvió de inspiración para la estructura de "Los detectives salvajes", su mejor novela. En ambas, la historia de los protagonistas está contada a través de las impresiones de los demás. Aunque mientras el film se limita a seguir a la muchacha durante unas semanas a través de la Francia rural, la novela abarca un viaje por cuatro continentes en un periodo que se alarga durante décadas, por lo que a Arturo Belano y Ulises LIma les da tiempo a relacionarse con mucha más gente. La verdad, puede ser que el escritor chileno nunca viese la película (ya nunca podremos preguntárselo), puede incluso que ni conociese a la directora francesa, pero está claro que ambos se preguntaron ¿Cómo es una vida vista desde fuera? Todos tenemos una ligera idea de cómo contaríamos nuestra biografía, pero, ¿y si lo hiciesen aquellos que nos conocieron? Y no tienen por qué ser tus padres, hermanos, amigos, sino personas que compartieron unos pocos días contigo o que apenas te conocieron: amantes circunstanciales, compañeros de juerga, amigos de amigos, tu profesora del instituto, tu jefa, el vecino del tercero, el novio de tu prima o tu dentista. La versión resultante puede ser muy distinta de lo que imaginabas era tu vida, pero se acercará bastante a la realidad, pues la existencia no es más que una complicada sucesión de encuentros y desencuentros que se puede determinar reconstruyendo los hechos.

sábado, 21 de enero de 2006

A veces vuelven

Anita ya me lo advirtió cuando me comunicó la noticia, y como es prácticamente perfecta en todo (como Mary Poppins), seguro que tiene razón. El caso es que vuelve "Humor Amarillo", el mítico e inclasificable programa que emitió Telecinco en sus inicios. Como la recien estrenada Cuatro ha apostado en su parrilla por una programación pensada especialmente para frikis y nostálgicos (emiten, entre otros, "Melrose Place", "El gran heroe americano", "South Park"), va a recuperar el espacio en el mismo horario en que se emitió en su día: los sábados por la mañana. Tengo muchas ganas de volver a verlo, pero Anita me dijo que me decepcionaría, pues los recuerdos siempre son superiores a la realidad. Este pensamiento me desasosegó, aunque no me lo creí del todo. Pero hace unos días estuve viendo en DVD algunos capitulos de "Los Caballeros del zodiaco", que antes me encantaban, y descubrí que era cierto. Ahora me resultan unos dibujos de lo más insulsos, todas esas peleas interminables, esa sangre, ese androginismo galopante (por decirlo de un modo elegante), la completa falta de sentido del humor... Es lo malo de algunos programas de televisión: que a veces vuelven.

miércoles, 18 de enero de 2006

Gata Sombra en el callejón

Este blog se llama El callejón de los gatos y todavía no hemos dedicado ningún post a los mininos. Algún día contaré como mi gata acabó llamándose Satin(a) a pesar de que yo quería que se llamase Carlota (yo a veces la llamo Satincarlota). Pero, para continuar con la dispersión temática hoy toca hablar de Gata Sombra. Cuando tenía 8 años compré mi primer comic de superheroes: el número 8 de Excalibur. Allí estaba, salvando la función como casi siempre. Releyendo esta colección uno se da cuenta de que, sin ella, el grupo se hubiese ido al garete en el número 4, en el número 6, en el número... Bueno, creo que me explico. En aquella época estaba todavía bajo la tutela de Papá Claremont, el guionista que la había creado. Yo los tebeos de la Patrulla-X los leería mucho después y tengo que reconocer que eran bastante más gloriosos que los de su contrapartida británica. Pero en aquellos días Kitty Pride (verdadero nombre de la interfecta) había superado esa etapa y compartía habitación en el faro con Rachel Summers, ocupando la mayor de su tiempo intentando ligarse al sieso de Alistaire Stuart, que nunca se fijó en ella. Cumplio ¡15 años! en el número 24 y Courtney Ross, que albergaba siniestras intenciones, otro cabo suelto sin resolver, le regaló un Jaguar. Yo era mucho más joven que ella, pero aun así quedé anonadado por su magnética personalidad. Cuando Claremont se fue, vino Alan Davis, Kitty perdió protagonismo pero siguió siendo encantadora, incluso casi vuelve a salvar el día en el número 56... Desde entonces las cosas comenzaron a decaer; los sucesivos guionistas no supieron que hacer con un personaje, a priori, tan interesante: una quinceañera judía y superdotada que además era ninja, podía atravesar paredes y tenía un dragón como mascota. Los mutantes siempre han sido un culebrón estirado hasta el infinito, y por eso pierden gas con el paso del tiempo. El mismo Claremont trató de convertirla en una aguerrida mujercita pero hasta él debió de pisparse de que el cambio no funcionaba y la hizo desaparecer del mapa, excusando que se había retirado del mundillo superheroico para ingresar en la universidad. Actualmente, Gata Sombra vuelve a ejercer de mujer X, pero su nuevo guionista, Joss Wheddon (otro de esos "genios" que provienen de la televisión) tampoco la ha hecho evolucionar lo más mínimo. Es triste ser ahora mucho mas mayor que ella y ver como parece encerrada en un callejón sin salida.

martes, 17 de enero de 2006

No quiero decir te lo dije...

Otra de premios (y van...). Anoche se entregaron los Globos de Oro y, como siempre, la gala resultó de lo más predecible. Ganaron casi todos los favoritos, aunque yo había apostado por mi adorada Scarlett Johansson en la categoría de actriz de reparto. Como predije hece unos posts, ninguna de las actrices de "Mujeres desesperadas" ha conseguido el dichoso globo, pues los votos se han repartido entre las cuatro nominadas (¿Por qué siempre se olvidan de la divertidisima Nicolette Sheridan?). Esto suele pasar cuando quedan finalistas varios secundarios de una misma cinta: al final no gana ninguno (por ejemplo en "La ley del silencio"). Esta regla no siempre se cumple (Diane Wiest ganó a su compañera de reparto Jennifer Tilly por "Balas sobre Broadway"). Aunque Lynette la supermamá puede darse con un canto en los dientes con su premio por "Transamerica", peli en la que hace de transexual, uno de esos papeles que exigen disfrazarse, engordar, adelgazar o transfigurase en una persona completamente distinta y que siempre triunfan en estos galardones. Aunque soy de la opinión de que ha sido el efecto Helen Hunt. Me explico. Pasó lo mismo cuando la Hunt, que desde entonces se ha prodigado bien poco, triunfaba en la tele con "Loco por ti". Rodó "Mejor... Imposible", una buena comedia con el gran Jack Nicholson. Consecuencia: Oscar a la mejor actriz, aunque al principio casi nadie apostaba por ella. ¿Ayudará el exito de "Mujeres desesperadas" a que la estupenda Felicity Huffman gane el hombrecito dorado?. En febrero lo sabremos.

lunes, 16 de enero de 2006

Que chasco

Que chasco. Cuando me dijeron que un autor novel había ganado el premio Nadal enseguida pensé que se trataba de un jovencito desconocido que se había impuesto a todos esos escritorzuchos (famosos por una razon literaria o no) que últimamente copan todos los premios. Pero no era así. El tal Eduardo Lago es talludito ya y colabora en El País nada menos, por lo que ya debía sonarle el nombre a los miembros del jurado. Pensé, iluso de mi, que la novela podría tener algún interés... Hasta que encontré este sucinto resumen:

"Llámame Brooklyn" es la historia de un periodista de Nueva York que recibe la noticia de que su amigo Gal Ackerman, 25 años mayor que él, ha muerto. Esto le obliga a cumplir un pacto tácito: rescatar de entre centenares de cuadernos abandonados por Ackerman en un motel de Brooklyn una novela a medio terminar y entregarla a una única lectora, la rusa Nadia Orlov, de quien hace años nadie sabe nada.

Lamentable. Otra novela sobre escritores que no ven más allá de su ombligo. El argumento se parece al de "La sombra del viento" pero dirigido a esa clase de gente que cree leer buenos libros. Y pensar que este premio lo ha ganado Millás (me gusta Millás ¿que pasa?), Carmen Martín-Gaite, Delibes, Rafael Sánchez-Ferlosio... Claro que también lo ha ganado Lucía Etxebarría...
El Nadal ya no es lo que era. La primera en ganarlo fue una desconocida Carmen Laforet, que publicó su excelente "Nada" cuando tenía !24 años¡ ¿Que hubiese sido de ella en la actualidad? ¿Tendría que haber sido presentadora de televisión, como la Maria de la Pau esa? ¿O esperar a cumplir los 50? Definitivamente, la literatura está condenada.

Año nuevo lista nueva

Una de las cosas que molan de estos primeros días de 2006 son las listas que publican las revistas musicales con lo mejor de los últimos 12 meses: puedes pasar más o menos de los críticos el resto del año, pero al menos yo siempre acabo mirándolas. Una de las primeras que apareció fue la de la revista New Musical Express. No es que sea muy distinta de las que han ido saliendo luego: una recopilación poco inspirada de los grupos que los mismos periodistas han puesto de moda y que el público acepta como lo mas cool , síntoma del mismo borreguismo que hace que Il Divo o Crazy Frog vendan millones de discos. Y si no, que alguien me niegue que Babyshambles o The Bravery son rematadamente mediocres... Además de alguna vieja gloria como los Oasis, que ya podrían haberse disuelto alguna de las veces que amenazaron con hacerlo. Me llama la atención la escasa presencia femenina (de 50 discos sólo 3 son exclusivamente de chicas) y alguna concesión al gran público, como el "Confessions on a dancefloor", de Madonna, que a estas alturas ya no sé si es cool o no. Eso si, vende más que el resto de los de la lista juntos.

Como en el fondo siempre he sido un crítico musical frustado, ahí va mi propia lista (muy breve, para no parecer pedante) con los mejores albumes del año:

1 "In the clear"- Ivy
2 "A l´origine"- Benjamin Biolay
3 "The forgotten arm"- Aimee Mann
4 "Loveangelmusicbaby"- Gwen Stefani (¿o este es de 2004?)
5 "The Sunlandic twins"- Of Montreal